sábado, 16 de julio de 2011

Zutto zutto sameru yo ni mune ni te wo ate negau ai wo.

El ambiente en aquel lugar era siempre igual. Miles y miles de personas reunidas en aquel sitio tan sumamente grande y esperando a que las primeras luces del escenario se encendiesen para que diera comienzo lo que muchas decían, era un sueño. Los mas de cien altavoces para el sonido comenzaron a vibrar con la primera presentación. El directo empezaba. La gente gritó. Sintió un nudo en la garganta. Todo el mundo se puso de pie, pero ella sintió como si no pudiera levantarse de la silla hasta que su amiga tironeó de ella. Pero sus manos no fueron capaces ni de sujetar una de esas chorradas con luces de colores que todo el mundo agitaba cual rebaño de ovejas. Aquello no era para ella. El concierto empezó puntual, como siempre. Aunque no gritaba como el resto de la gente, la emocionó volver a verlos subidos en un escenario. Tan divertidos, tan centrados, tan locos, tan unidos. http://kiwi.kz/watch/flsdlbzp5727/
Los espectáculos siemrpe la pusieron nerviosa, de todas formas. Esa manera de subirse en las alturas y dar volteretas y saltos colgados de cables no la daba buena espina, aunque sabía que era seguro, que ellos no subirían allí sin saber que nada iba a pasar. A un buen rato de haber empezado, vio al chico moreno vestido con un kimono y una máscara de kabuki. Su corazón palpitó. ¿Se había vestido al estilo de la época de 1582? No era posible. Pero llevaba puesto ese kimono de terciopelo adornado con figuras de oro y colores muy brillantes, rojos y púrpuras.
- Kazuya - susurró, aunque su voz quedó ahogada entre los gritos de las demás. Pero no necesitaba que nadie la escuchara, solo necesitaba decirlo.
El chico se movía de una forma extremadamente sensual, acorde al sentido de la letra de esa canción. Era como si él la contara aquella historia a su manera, como ella lo había hecho una vez. Cuando llegó al segundo estribillo y se cambió, el kimono era más simple, sin muchos adornos, verde. El chico tenía una katana en la mano e hizo varios malabares con ella antes de empezar a jugar con el agua del centro del escenario. Le encantaba eso, ella lo sabía. De repente escuchó unos gritos a su lado que la llamaban a ella en vez de gritar al chico. Miró a todos lados y encontró una silueta al otro lado de las barreras que la gritaba. Y parecía decirla que se acercara.
"¿Qué haces ahí?" vocalizó la chica, confiando en que la leería los labios, porque era imposible comunicarse con aquel griterío.
"Venir a buscarte, ¿qué crees? Venga, vamos, ven aquí" vocalizó, haciendo gestos con las manos para que se acercara.
"¿Cómo?" vocalizó ella. "Es imposible salir de aquí"
"Inténtalo, súbete a las sillas" la aconsejó él.
"¿Estás loco o qué? Eso es imposible" dijo ella. "Y vete. Si te ven, se volverán locas" murmuró, haciendo un gesto con la mano como de locura.
"No me voy si no te vienes conmigo" dijo. La canción pronto acabaría y él se estaba poniendo nervioso. El chico estaba volando por los aires colgando de unos cables y desde el aire podía verles. Y entonces les fastidiaría la sorpresa. "Rápido, por favor."
"Estais todos locos." sentenció ella, levantándose y empezando a subirse por las sillas intentando no llamar mucho la atención, cosa complicada. Al llegar a la barrera, el chico la cogió de la mano y la ayudó a saltar. Apenas puso los pies en el suelo, echaron a correr. Cuando se metieron en la zona del staff, estuvo un momento sin escuchar nada. Desde luego la acústica del concierto era demoledora.
- ¿Pero qué pasa, Jin? - le preguntó al chico que todavía la llevaba amarrada de la mano.
- Venga, se nos fastidió la sorpresa del tour, al menos hagamos esto - sonrió, tirando de ella por un pasillo que ella nunca había visto y miró curiosa. ¿En qué estaban pensando esos chicos?

Estaba chorreando agua como el grifo de una ducha. Apenas la plataforma donde estaba bajó y desapareció del escenario, suspiró. Estaba más mojado que otras veces. Los niños se habían ensañado con el agua. De repente, según se levantó, unas manos que salían de todas partes le cogieron y le levantaron del suelo en brazos. Él se removió pero ellos podían con él sin problemas y en menos de medio minuto le metieron en una sala que al principio no reconoció porque se revolvió hacia la puerta, aporreándola.
- ¡Oye! ¡Sacadme de aquí! ¿¡Qué estaís haciendo!?
- Estás mojando todo el backstage - le gritó Jin, mientras el resto se reían en silencio -. Mejor cámbiate rápido.
- ¿¡Y para eso cerrais la puerta!? ¡No seais cabrones! - gritó, volviendo a aporrear la puerta -. ¡Koki! ¿¡Esto es idea tuya, ¿no?!? ¡Te juro que te voy a dar una paliza cuando salga de aquí!
- ¡Mejor relájate, campeón! - gritó Jin, mientras Koki se reía a carcajadas -. Date una ducha mientras nosotros seguimos con el concierto.
- Tienes unos quince minutos - le avisó Nakamaru -. Date prisa. Luego, te esperamos en el escenario.
- ¿Pero qué...?
Dejó de golpear la puerta y se despegó la bata blanca con la que había bailado del cuerpo, dejándola caer con un ruido sordo a causa del agua que llevaba encima.
- Ya era hora de que te quitaras eso - susurró una voz. Él se giró rápidamente -. Te ibas a resfriar.
Había dos piernas tras la puerta de su taquilla, que estaba abierta. Y reconocía aquellas piernas. Y también los dedos en las sandalias blancas, que se movían nerviosamente como ella hacía siempre.
- ¿Qué haces...?

- ¿Sabes? - le interrumpió -. Esta foto es horrible.
- ¡Ah!
Se acercó corriendo, resbalando un par de veces por el agua y cerró la puerta para que dejara de mirar la foto. Así volvió a ver sus ojos de verdad y no solamente los de aquella fotografía. No sabía que decirle ahora. Había pensado en volver a verla después del tour, en decirla todo lo que sentía, pero así de repente, todo lo que quería decir se acababa de esfumar de su mente.
- Tendré que regalarte otra - susurró ella.
- ¿No estás enfadada? - no podía aguantar sin saberlo.
- ¿Enfadada?
- Kira, te eché de casa, te dije cosas horrorosas después de que trabajaste tanto y encima la culpa de todo era mía. Deberías estar enfadada. Es lo normal.
- Pues para mi - susurró, acercándose un poco más a él -, lo normal en este caso en el que llevo un mes sin ver a la persona que más adoro en el mundo, es solamente sonreírle y mirarle a los ojos para sentir que vuelve a estar conmigo.
El chico buscó su mirada y encontró un par de pupilas relucientes cerca de él. Agradeció en silencio la compresión desmedida que ella tenía hacia él y sonrió a medias.
- Si no te duchas rápido el concierto seguirá sin tin - susurró entonces.
- Mierda, el concierto - soltó, apartándose rápidamente y metiéndose en la ducha y quitándose los pantalones y la ropa -. ¿De verdad que no estás enfadada? - la preguntó, levantando la voz sobre el ruido del agua.
- Que no - le repitió, acercándose a recoger la bata mojada que había dejado en el suelo para colgarla en una percha a ver si de casualidad se secaba.
- ¿Y tu tesis?
- Presentada. Ahora a ver qué sale - suspiró.
- No pareces muy confiada.
- Es que no lo estoy - reconoció, apoyándose de nuevo en las taquillas -. Hay un chico que presentó la misma tesis y parece que quiere superarme a toda costa. Él cambió las fechas de entrega y me fastidió.
- O sea, que es con él con quien estás enfadada.
- Kazuya, ¿qué es esta obsesión con que me enfade? - le preguntó.
- Es solo que me parece mentira que nada te haga enfadar - comentó cerrando el grifo. Se ató la toalla en la cintura y salió de la ducha teniendo cuidado de no resbalarse con los baldosines del suelo.
- Claro que me enfada, me molesta, pero como no me importa ese chico, lo ignoro por completo. Y en cuanto a ti... no puedo enfadarme contigo, realmente - susurró, apartando la vista -. Se que me necesitabas. Igual que yo a ti. Y en vez de hablarlo y ponernos de acuerdo, nos separamos sin darnos cuenta. Es culpa de los dos. No puedo enfadarme por algo así, ¿o tan infantil parezco como para hacerlo?
- No es eso - dijo, acercándose a ella para mirarla a los ojos. El agua del pelo del chico la mojó la mejilla y él la acarició, mojándola más con su mano -. De hecho, es un alivio que seas una persona tan madura como para soportarme.
- Qué tonterías dices - susurró ella -. Y como las he echado de menos - sonrió, apoyando la frente en los labios de él. Estaban fríos a causa del agua.
- Siento haber sido tan cobarde y no haber ido a buscarte, Kira - la susurró -. Perdóname.
- Es mejor así. Me alegro mucho de haber venido a verte al fin. Yo también soy una cobarde porque no quería venir, la verdad.
- Pero estás aquí. Gracias por ser más valiente que yo.
- Es gracias a ti que soy más valiente. Si estoy aquí - se separó un poco para mirarle - es por la letra que escribiste. Por 1582.
- ¿Te diste cuenta?
- ¿Cómo no darse cuenta? Tiene un significado especial para mi. Significa que me escuchabas cuando te hablaba aunque parecías dormido - rió la chica.
- Oye, era interesante - se quejó él -. Me gusta escucharte contar esas cosas - admitió.
Se miraron durante un momento. Ella le acarició la mejilla, apartando su pelo mojado hacia atrás y limpió su mejilla del agua que le resbalaba. Descendió despacio por su hombro y llegó a su pecho húmedo lleno de gotas de agua todavía. Lo miró de lado y luego levantó los ojos hacia los de él, que la miraban ensimismados.
- ¿Y eso de "no quiero despertar por amor"? - le preguntó entonces -. ¿Qué significa eso?
- Nada. Porque yo ya he despertado. Ahora solo quiero no dormirme nunca más - susurró.
A la mierda el tiempo. No podía seguir evitando aquel deseo que le nacía en el pecho. Si no la besaba ahora, no estaría a gusto en lo que quedaba de concierto. Se agachó sobre ella y Kira acercó sus labios a su boca fría todavía. Parecía saber a la perfección lo que él necesitaba en ese momento. Como si curara sus heridas como decía la canción. Rozó sus labios después de tanto tiempo. Los sintió ávidos de los suyos, algo que no había esperado. Acarició el rostro de la chica y se acercó más a ella, abrazándola y mojándola la camisa blanca que llevaba. Ella se acercó aún más a él y pasó los brazos por el cuello del chico, enredando la mano en su pelo húmedo. Ojalá el mundo se hubiera detenido en ese instante.
La llave en la cerradura giró entonces. Los ojos de un muchacho joven presenciaron la escena de ambos amantes antes de interrumpirla. Ellos no se separaron mucho, solo lo justo para mirarle.
- ¿Qué pasa?
- He venido a sacarte. Los chicos dicen que te quedan cuatro minutos para volver - susurró, aún algo impactado por lo que había visto.
- ¡Mierda! ¡Llegaré tarde! - gritó, apartándose de ella y buscando la ropa que tenía que ponerse encima del banco.
- Y a mi me has empapado - comentó ella.
- Toma - dijo, tirándola una camiseta negra a rayas grises. Era la camiseta que él tendría que ponerse después del concierto.
- ¿Seguro que me la puedo poner?
- Sí. Ya conseguiré otra. Además, no es la primera vez que te pones una camiseta mía - la recordó.
- Cierto - dijo ella, empezando a desabrocharse la camisa.
El chico que estaba en la puerta había huido como despavorido al verles y volvían a estar solos aunque un poco menos encerrados. Agradecida al quitarse la humedad de encima, la chica se quitó la camisa y se puso la camiseta seca. El chico, con más que experiencia en eso, se cambió rápidamente y salió hacia el backstage. Antes de salir de nuevo miró a la chica.
- Espérame aquí - la pidió.
- Claro. Desde aqui tengo una vista VIP - sonrió ella.

El chico no pudo evitar besarla rápidamente antes de salir al escenario y empezar a gritar como un histérico. Todos pudieron notar que su pequeña jugarreta, había salido bien. No es como si hubiera algo mal, solo algo al revés que ellos habían pues al derechas. Sabían que solo hacía falta una mirada entre aquellos dos seres tan sumamente diferentes y por eso complementarios para que todo volviera a ser como era antes o incluso mejor. La voz de Kazuya se volvió más fuerte, recuperó esa vida que parecía faltarle aunque solo sus amigos se dieran cuenta de ello. Y aunque pareciera mentira, era la misma música que les unió la primera vez la que les había vuelto a hacer sonreír juntos otra vez más.

8 comentarios:

  1. Arigato, pero el día que escribas un comentario sin faltas de ortografía, lo marcaré en el calendario X3

    ResponderEliminar
  2. Lo he escrito así a posta. Pero se escribir sin faltas de ortografía si no no habría llegado a la E.S.O. xDDD

    ResponderEliminar
  3. Ni a la E.S.O ni a ningún sitio, hija mia xD

    ResponderEliminar
  4. No voy a decir impresionante. No, no se ajusta. Se queda corto. Cuando encuentré una palabra, comentaré.
    Es precioso, ciertamente.

    ResponderEliminar
  5. Cuantas palabras para no decir palabra. Interesante.
    Mala no, es verdad xD

    ResponderEliminar
  6. y un cuerno ¬¬ eso no es verdad. xD

    ResponderEliminar