domingo, 3 de julio de 2011

Sadness.

Estornudó. Se agazapó más bajo la manta y siguió mirando la tele apagada. Estaba cansada. La voz de Jin inundaba toda la habitación con suavidad. Lo imaginaba acariciando el micrófono con aquella pasión que algún día había dejado en el escenario, dándolo todo con el alma latiendo en cada palabra de aquellas canciones que él mismo había compuesto de su puño, letra y corazón. Pero ahora todo era diferente. Su voz era fría. Sus sentimientos habían sido encerrados en algún lugar al que ella parecía no tener acceso. No era él. No su él.

http://rutube.ru/tracks/4507106.html?v=881db5fc9b17751c2d0c2e15b37e4a5e
Llamaron a la puerta con suavidad. El chico de ojos claros miró a los otros tres chicos. Ninguno parecía convencido de lo que estaba haciendo. Por alguna razón, todo aquello era extraño. Diferente a como debería ser. Su voz les dejó pasar. Ellos entraron.

- Jin - dijo el chico más alto, con su siempre sonriente rostro -. Has vuelto.

- No para quedarme, desde luego - dijo el chico, dándole un sorbo más a su copa. Desde que había llegado esa mañana borracho de tabaco y apestando a alcohol no había salido de la habitación -. Veo que estais bien.

- ¿Eso era lo que te interesaba?

- Koki - susurró Nakamaru -. Tú también pareces estar... bien.
- Lo estoy, por supuesto que lo estoy. Aquello es un mundo diferente al vuestro.
- Nosotros estamos muy bien en nuestro mundo, Jin - contestó el chico de ojos claros -. Y si nos has llamado para restregarnos tu fama estadounidense donde las mujeres pierden las bragas por ti, permite que al menos yo, me vaya.
- Kazuya, por favor, no sabía que guardaras tanto rencor contra mi - se medio mofó.

- Yo tampoco pensé que llegaría a odiarte - le soltó -. Pero Yarah...

- Ya estamos otra vez con la mocosa - soltó.
- ¿¡Mocosa!? ¡Jin, lleva casi dos años esperando a que volvieras! ¡Esperando durante meses frente al teléfono móvil por una llamada, frente al buzón por una puta carta! ¡Y tú tocandote los cojones en América! ¿Como quieres que no te odie?

- Nunca os hice nada malo a vosotros. No entiendo tu odio.

- ¿Por qué has cambiado tanto? - preguntó entonces Koki -. No sabes lo que estás diciendo, Jin.

- ¡No me trateis como un demente! Esto es una locura, yo no debería estar aquí. Vine a Japón para cumplir con las fans y esto es lo que obtengo. Solo estoy deseando volver a marcharme - aseguró, caminando hacia ellos -. No sabeís el peso que me quité de encima al largarme y no volver a ver vuestras caras - siseó frente a Kazuya -. Tu estúpida faceta de líder, las tonterías del rapero rebelde sin sentido, las caras del imbécil que dice hacer beatbox y las gilipolleces del mocoso este de metro ochentaidos que no puede parar ni un puto momento de correr y tocar los cojones con sus bromas que nunca tuvieron una pizca de gracia - soltó de golpe, sintiendo lava recorrerle las venas.

¿Por qué estaba diciendo todo aquello? Esas cosas que decía odiar le habían dado la vida años atrás, le hacían sonreír y ser parte de un algo maravilloso que él adoraba. Y ahora lo volvía todo en su contra. ¿Eso quería decir la chica cuando se refería a que ahora él no era Jin?
La fuerza de Kazuya le contestó. Un puñetazo directo a su rostro le hizo alejarse y tirar el vaso al suelo hasta hacerlo pedacitos. Con rabia, se lanzó contra el chico para golpearle y forcejearon. Los otros tres empezaron a gritar para separarlos. Jin cayó al suelo con el otro encima, que empezó a golpearle en la cara sin parar hasta que Koki y Junno lo amarraron por los brazos para alejarle del chico que se retorcía en el suelo.
- ¡Eres un maldito cabrón, Jin! ¡Toda tu vida lo único que tuviste fue a nosotros! ¡No te mientas a ti mismo, sabes que tú no eres asi! ¡Puedes ser como eres, no como te dicen que seas en ese país que tanto dices adorar! ¡Despierta de una vez!

- ¡No te atrevas a darme órdenes! - le gritó él, poniéndose en pie -. ¡Tu no tienes ni idea de lo que he pasado para llegar hasta donde estoy ahora!

- Yo se lo que ha pasado Yarah y si la querías tanto como ella a ti, entonces sé lo que has sufrido. ¡Pero la culpa es solo tuya! - le gritó, zafándose del amarre de sus dos amigos.
- ¡Cállate ya, maldita sea, no me sermonees!

- ¿¡Que pasa!? ¿¡Duele escuchar la verdad, a que sí, Jin!?

El chico se lanzó de nuevo contra Kazuya pero Junno se puso en medio. Jin no pudo detenerse y golpeó al chico alto, que cayó al suelo sobre el cristal del vaso roto, emitiendo un sonido de queja y dolor que no llegó a ser un grito.

- ¡Junno! - gritó Koki, tirándose a su lado para cogerle la mano y mirar la herida -. ¡Estás sangrando!

- Estoy bien - susurró.

- Sí, con lo aprensivo que eres con la sangre, estás bien - dijo Nakamaru, acercándose -. Tienes unos cuantos cristalitos clavados. Te los voy a sacar, ¿vale?

El chico asintió con la cabeza mientras Nakamaru, con gran maestría, cogía uno a uno los cristales que el chico tenía incrustados en la palma de la mano y los sacaba con suavidad. Jin solo pudo mirar mientras Kazuya cogía unas cosas del baño, claramente equipado para todo, y se las acercaba. El chico sintió un nudo en el estómago. La sola idea de no volver a escuchar a aquel descerebrado decir tonterías le hizo sentir pánico.

- Junno - susurró Kazuya, a su lado -. Lo siento.
- No es culpa tuya - sonrió, como hacía siempre -. Ni de nadie - añadió, levantando la vista hacia Jin -. Entiendo que todo este tiempo hayas cambiado. Porque necesitabas protegerte de cuanto te estaba sucediendo. Porque tenías miedo. Pero ya se acabó - siguió hablando, mientras Nakamaru le vendaba las heridas después de poner puntos de los de pegar -. Ahora estás en casa. Nos tienes a nosotros. No necesitas levantar esa barrera que tienes encima que hace que te odiemos. Las fans te ven como siempre porque esa faceta de frío te hace ver más fuerte. Pero solo logras alejar a los que te quieren de ti. Y eso te hace débil, Jin. Piensa un poco, por favor.
- Quiero que todo vuelva a ser como antes - dijo entonces Koki -. Se que no volverás. Pero al menos déjanos estar contigo en esto, apoyándote cuanto podamos a pesar de la distancia.
- Siempre serás uno de los nuestros, Jin - dijo Nakamaru al acabar con la mano del chico -. Eso no puedes olvidarlo.
- No - cortó -. Terminé con mi vida aquí para empezar de cero. Los sentimientos solo son...
- ¿Un lastre? - le interrumpió Kazuya, levantándose a encararle. Junno le sujetó de la mano, levantándose también, pero el chico negó con la cabeza, como si quisiera decir que no le golpearía otra vez aunque se quedara con las ganas. Volvió la cabeza para mirar al chico -. ¿Eso es lo que te enseñan en América, Jin?
- Esa es la verdad que he tardado en reconocer. La ambición y la fama es lo único que necesito - dijo, con voz convencida, o al menos, tratando de que lo pareciera.
- Te mintieron, Jin. Te contaron patrañas y mentiras. Porque eso no es verdad. Los sentimientos son tu musica. Son nuestra música. Sin ellos, no seríamos nada. No eres solo una cara bonita con una voz fabulosa, Jin. Eso es en lo que te han convertido. En una máquina de hacer dinero. Pero nosotros no somos así. Y tú formas parte de nosotros y siempre lo harás.

- Deja de prometer cosas que...

- No son promesas, son verdades - le cortó -. Deja de engañarte a ti mismo y de hacer daño a los demás. Recapacita. Y recuerda quién eres. Quién eres de verdad, Jin.

La mirada de Kazuya le atravesó, dejándole sin palabras. Las caras de aquellos chicos a los que tantas veces había echado de menos se le clavaban por alguna razón en el pecho, haciendo que doliera.


"Amo tus canciones porque expresan lo que yo recuerdo que tú eras. Pero no me pidas que te ame. Tú no eres el Jin del que me enamoré."


Yarah. Sus ojos habían sido como rayos del sol entrando por la ventana cada mañana. Pero él los había convertido en nubarrones oscuros que cerraban el cielo de sus sentimientos y hacían que lloviera la tristeza en su interior. Ella era como el sol alrededor del cual todo él giraba. ¿Tanto podía haber querido a una persona? ¿Tanto la había querido a ella? Si era así, ¿por qué todavía reprimía esos sentimientos en su interior? Las voces de sus compañeros americanos le repetían una y otra vez aquellas lecciones que debía seguir para triunfar. Una de ellas, tal vez la más importante, era olvidar de donde venía y dejarse llevar por la ambición. ¿Pero hasta donde debía llegar para lograr lo que quería? ¿Es más, hasta dónde estaba dispuesto a llegar y qué estaba dispuesto a perder para ello?
Con mil preguntas sin respuesta dándole vueltas en la cabeza, el chico abrió la puerta de la habitación y salió corriendo. Bajó las escaleras de dos en dos, tropezando de vez en cuando y sabiendo que ninguno le seguiría. Salió del hotel sin un rumbo fijo bajo el oscuro cielo de Tokyo a las dos de una tarde que se presentaba fría y solitaria como aquel maldito año y medio bajo un cielo sin estrellas en la paradisíaca y carcelaria ciudad de Los Ángeles.

15 comentarios:

  1. Peciosoooo *.* me encanta, espero que tenga continuación snifsni T____T dime que xii pofiii xD

    ResponderEliminar
  2. Tiene, posiblemente otras dos partes. Me alegro muuucho de que te guste :)

    ResponderEliminar
  3. wiiii quiero leerlas^^ xDDD buenoeso es algo que ya sabías xDD

    ResponderEliminar
  4. Jajajajajaja. En cuanto pueda, prometo actualizarlo con esto. Voy con la de Izumi justo ahora. Y luego a dormir.

    ResponderEliminar
  5. entonces tengo una cita con tu blog mañana xDD por partida..... triple(izumi, y de nuevo mi turno ^^ wiwiwiwiwiwiwi xDD)

    Ontoni arigatooooo

    ResponderEliminar
  6. Mañana no se si actualizaré ya, el examen es el martes y estoy ahora a tope (aunque parezca raro en mi xD) Asi que te tocará esperar un poco más.
    ¡Y no me des la gracias!

    ResponderEliminar
  7. tarde ya te las estoy dando jeje , bueno no pasa nada, mañana me entrentengo con alguan peli o algo xD

    ResponderEliminar
  8. Pues piensa dos veces antes de dar las gracias como piensas antes de decir burradas, anda.
    Yo volvería a ver Moon Child *O*

    ResponderEliminar
  9. gracias por la sujerencia ^^ no eso no suelo pensarlo xDD

    ResponderEliminar
  10. O.O jodido Jin. Que monos son los demás, por Dios *-*
    ¿Cómo quieres que no te demos las gracias pedazo de boba? Creo que va a ser algo a lo que, si no te has acostumbrado ya, deberias ir pensado en hacerlo, porque te hartarás de oirlo y/o leerlo.

    ResponderEliminar
  11. No, no, dejadlo ya, leche. Es solo algo que hago y que me gusta que os guste, fin. Asi que ya está.

    ResponderEliminar
  12. buuuuu continuacion.. buuuu(estilo kazuya con nakamaru xDDDD) no me hagas caso, tu a lo tuyo xDD

    ResponderEliminar
  13. no me hagas caso ombre, hazlo cuadno quieras xDDDDD

    ResponderEliminar
  14. Vaaale, pero no te preocupes, cuando lo hago es porque quiero, o porque tu tengas prisa xD

    ResponderEliminar