sábado, 25 de diciembre de 2010

Merry Christmas, Minna.

Al principio era todo medianamente acogedor. Se veía en la obligación de sonreír, pero estaba ilusionada por la idea que había tenido un par de días atrás de preparar una sorpresa para ese día. La sentó bien dejar a aquellas personas bastante sorprendidas ante su detalle. Pero luego todo se empezó a caer sobre ella. Recordó a aquellas personas con las que había hablado y comentado, que decían no pasar la navidad en familia, sino solo con una madre o un padre, o ambos pero no más. Nadie hacía el payaso de esa manera, pensó la chica. Vestirse bien, arreglarse y sonreir como si el mundo fuera perfecto eran cosas que nunca hacía. Excepto ese día. ¿Y para qué? Para complacerles a todos. En momentos así ella sentía como si hubiera perdido sus propios principios y sus ideales. Se veía rodeada de un mundo al que, sentía, no pertenecía.
Dejó el tenedor sobre el plato y suspiró. Sus ojos quisieron llorar. Encima tenía frío. Y de pronto, la puerta de la sala se abrió con un poco de fuerza, llamando la atención de toda la familia hacia él. Era un chico moreno con el pelo a media melena, vestido de negro y aparentemente delgado y esbelto. Sus pupilas buscaron con rapidez hasta encontrarla. Ella susurró su nombre. El chico se acercó a ella y separó la silla de la mesa, entrelazando su mano con la de la chica y levatándola para salir de la sala. Algunos de los presentes se quedaron mirando, otros se levantaron y le detuvieron con palabras. Pero él solamente la soltó para quitarse la chaqueta y cubrir sus hombros antes de volver a cogerla y salir de allí sin que nada ni nadie pudiera detenerle.
Tras caminar durante un buen rato, él se detuvo y la abrazó. La chica sintió el calor de su cuerpo a través de aquel jersey a rayas blancas y negras de punto que llevaba. Sus brazos se cerraron con fuerza alrededor de la espalda de ella y sus labios la besaron suavemente el pelo. Ella cerró los ojos y se amarró fuerte a su cuerpo. Gracias, susurró, Señor de los Sueños.
Después, todo se desvaneció un instante...

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Tear Drop.

Me juré a mi misma que no volvería a llorar por ti. Pero no puedo hacerlo. Precisamente porque eres tú. Hace tiempo que pienso, ¿y si realmente la culpa es mía por ser como soy? He intentado cambiar, en contra de mis principios y mis pensamientos, he intentado cambiar y ser mucho más flexible a pesar de no sentir confiaza hacia a ti. Lo he intentado todo. Por ti he luchado contra mí misma, incluso. Pero, ¿sabes qué? Ya no puedo más. Ya basta, por favor. Ni siquieras muestras un poquito de consideración, ni una pizca de arrepentimiento, nada que parezca que intentas recuperar mi confianza a cualquier cosa, porque divertirte es muchisimo mejor que yo confíe en ti, eso es secundario, pensarás. Y aunque no pienses eso, es lo que demuestras. Y las palabras se las lleva el viento, son los hechos los que perduran por siempre en la memoria y el corazón de las personas. Y el mío lo estás llenando no de odio, sino de dolor.
¿Esto es lo que soy realmente para ti? ¿Alguien con quien puedes jugar a ser mejor? Si eso te hace sentir bien, entonces me das pena. Si te hace sentir mal, me pareces una imbécil por no ser capaz de cambiarte antes de dañar a la gente que te quiere y se supone, tu alardeas de querer.
Prefieres que te diga adelante, todo está bien. Sería tan fácil. Tú estarías contenta y santas pascuas. Pero yo por dentro estaria rota entre mis pensamientos y mi lógica y principios. Sonreíria, pero te aviso, sería falso. ¿Te gusta eso? Pues lo siento, pero no. Las cosas no son fáciles, la vida no es fácil. A veces tienes que saber qué es lo realmente importante y atraparlo bien fuerte antes de perderlo y entonces arrepentirte de no haberlo hecho. Y si no soy importante, dímelo a la cara de una vez. No dejaré de sufrir por ti, ni de preocuparme, eso por supuesto. Pero al menos tendré una razón aún más fuerte para llorar y gritar cuando no pueda más.

martes, 21 de diciembre de 2010

For me...

Necesito droga. En grandes cantidades. No me sirve el café, ni el tabaco, ni la heroína, ni la coca. Solo hay un droga capaz de calmar mi ansiedad. Tú. Tu voz, tus manos, el tacto de tu mejilla contra la mía, tu aliento sobre mi pelo, tus labios sobre los míos, tu voz susurrando en mi oído mientras me acunas entre tus brazos.

Me encantaría poder decir algo tan moñas y bonito a alguien. Pero la única droga para mi es un documento de word en blanco frente a mis ojos mientras en el reproductor suenan todo tipo de voces que llenan mi cabeza de pajaritos. Soñar es fantástico. Es una sensación de felicidad tal que realmente parece una droga en sí. Incluso crea dependencia. Cuando no sueñas porque no puedes o no te dejan, crea ansiedad y necesidad de volver a hacerlo a cualquier precio.
La única diferencia es que es una droga que no se compra. ¿Te cuento un secreto? La droga de los sueños se crea aquí. Sí, ahí. En el corazón.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Juuhachi.

Había pensado en escribir esto de ante mano pero no se por qué me da la sensación de que sobre la marcha y yo nos llevamos bien, así que, allá voy.

Kimi no Happy Birthday, ichinen ichido no mahou tokubetsu na hiiiiiiiii (8)


Y bueno, como siempre yo... mira, directamente, voy a ser clara y más después de tu "cuenta atrás" del otro día. A mi la Sociología me ha tocado muuuuuuy adentro de mi enorme cabezota, ¿vale? Y una pregunta que me ronda la cabeza... Tú dices tener complejo de Peter Pan, ¿verdad? Pero Peter Pan era humano, de carne y hueso, ¿no? ¿De verdad te crees que nunca cumplió los 18? Mentalmente no, evidentemente. Seguía obsesionado con el Capitán Garfio y los piratas y esas cosas de mocosin, pero en realidad, su cuerpo cumplió los 18 y los 19 y los 20 y etc. Tómatelo como que ahora hay papeles que dicen que puedes sacar dinero del banco para hacerte mil posters de Sho, que puedes conducir un Nissan Qashqai y llegar a donde te lleve el viento o hasta donde acabe la música de tu reproductor mp4, que te pueden secuestrar si ser más delito porque no eres menor. Es cierto que no vas a poder matar a nadie, a menos que no te pillen, claro. O que tienes moralmente alguna responsabilidad más que, no es que antes no la tuvieras, sí, estaba ahí, pero son los 18 los que las sacan a relucir. Por lo demás... tú eres tú. Y ni un 18, ni un 19 ni un 40 van a cambiar eso y lo sabes. Asi que, por favor, no te me pongas dramática y simplemente ignora el hecho de que ahora es uno más. Yo ya lo hago. ¿Y acaso no parezco una mocosita estúpida de 10 años enamorada de hacer el chorra y ruidosa como ella sola? Pues ya está, mujer.

Además, los 18 te pueden traer cosas bonitas. A mi me dejaron en la mierda de escuelucha esa en la que estoy con gente que de nada me sirve tener al lado y con otra gente a la que quiero literalmente cortar las cuerdas vocales y después estrangular. Pero también me trajo cosas buenas, de hecho, los 18, por alguna razón, me trajeron lo mejor que me ha pasado nunca, que son dos cosas. La primera fue que con 18 años empecé a ver doramas (fue un poquito antes de los 18, pero bueno). A partir de ahí empecé a vivir de una manera increíblemente fascinante, conociendo más el japonés, su cultura, sus formas de vivir, sus ciudades, a sus hombres... Y la segunda es que, de alguna manera, tú y yo hemos recuperado esa semillita que dejé atrás cuando me fui, algo que tú has cultivado para que no se marchitara hasta ahora. Solo puedo darte las gracias por eso. Los recuerdos solo son eso, recuerdos. Pero te sorprenderá lo increíblemente felices que pueden hacernos. Mis 18 están llenos de recuerdos, buenos y malos, y eso que solo tienen 6 meses desde Junio. Pasé el tiempo con mis amigos en el instituto, me gradué con ellos como soñaban los chicos de Gokusen, todos juntos, me fui a ver el mundo, me enamoré de Grecia, me he comprado mil libros de arte, elegí la carrera que debía elegir por mucho que diga que la odio, he visto amanecer después de pasarme una noche en vela, he visto la luna llena, llover chuzos de punta, nevar escuchando White Xmas, Dear Snow y Snow Express... Todo eso siempre siempre se lleva contigo. Tengas 18 o tengas cuantos tengas, eso te lo aseguro. Estás desesperada por alcanzar esa cifra pero lo que en realidad tienes es miedo. No puedo decirte qué es exactamente lo que te da miedo, eso solo tú lo sabes, pero si puedo darte un consejo. Déjate llevar. Ser mayor de edad no tiene mayor misterio que uno: seguir viviendo. Nada más, es tan simple como eso. Así que.... ¡adelante!

... que viene el coco y te comerá...

viernes, 17 de diciembre de 2010

Blue and White Tie.

Llegó como un desastre. Pasó como un híbrido de huracán y tsunami. Se acabó como cuando llega la calma tras la tormenta, trayendo tras de sí la duda de cuándo llegará la siguiente.

Pero yo todavía no me puedo creer que mi lógica me jugara tan mala pasada. ¿Cómo puede una estudiante universitaria confundir una pregunta con otra? ¿Y la respuesta de la otra? Sacada de debajo de la manga. No me di cuenta, pensaba que era lo correcto. Pero al final... seré idiota. Ese es el problema. ¿Escuchar a mi primer instinto o seguir a mi lógica? Nunca sé qué es lo que tengo que hacer. Y algo me dice que eso no va a cambiar jamás.
Es como si no tuviera derecho a hacerlo bien. Como si no pudiera hacerlo bien. Eso genera esos sentimientos de impotencia, rabia, frustración y odio hacia mí misma que creí sentir latir dentro de mi corazón y golpear contra mi cabeza una y otra vez el día de ayer.
Por alguna razón tenía la esperanza de que esa maldita cena fuera una forma de distraerme, de pasar tiempo con la gente y relacionarme a ver qué pasaba y de pasarlo bien. Pero la experiencia de la cena de graduación le precedía y no puedo esperar que hay algo que se compare y menos cuando en esa maldita clase apenas hay gente con la que se pueda reir de verdad y no falsamente o reirse de los demás. Esa sensación de que se ríen de ti y no contigo es horrible. Todo se desencadena de repente, y solo espero la calma antes de una nueva tempestad.

Y Madrid me espera para navidades. Sinceramente, solo fue un comentario de que quizá podría... al final se ha convertido en realidad. Soy estúpida, lo que yo decía. Pero por otro lado tengo alguna gana de caminar por las calles iluminadas de la gran ciudad escuchando a los chicos cantar White Xmas. Creo que de esa, también acabaré llorando. Qué simpática que soy yo... Aunque la nieve y el frío madrileños no serán ni la mitad de bonitos que la nieve blanca japonesa y su frío de inverno polar...

http://www.youtube.com/watch?v=OCu9rl7F2gY

A veces ya incluso siento que no puedo respirar por el frío que hace, que los pulmones se me cierran por el aire helado... pero no es verdad. Es el peso de mi propia conciencia y mis pensamientos torpes y sueños frustrados.


Tell me the reason why... Tell me goodbye...

lunes, 13 de diciembre de 2010

Help me Out.

El otro día he copiado a mano el primer verso de Truth y la palabra "Sakura" en kanji. Se parecen bastante al dibujo. Qué felicidad.
Faltan 3 horas para mi primer examen de Sociología. ¿Asustada? No. Acojonada. Por más que releo los apuntes, veo todos esos post it amarillos pegados por ahí, las letras subrayadas ya no forman palabras a mis ojos, forman cuchillas que me dicen muérete. Uf, que escalofrío. De todas formas, por más que ruegue por que no, llegará. Y después, se terminará todo. Como pasa siempre...
Hecho de menos tantas cosas. Entre lectura y lectura de los apuntes mi cabeza echaba miradas atrás, al pasado. Recuerdo cuando horas antes de un examen nos comentábamos por tuenti cómo íbamos. ¿Cómo ibamos a ir? ¡De culo! Estabamos en el tuenti en vez de estudiando, por si nadie lo había notado.
O cuando llegábamos y nos poníamos como locos a escoger sitio para copiar mejor. Joder, nadie copiaba nunca al final pero de verdad nos pegábamos por los sitios. No olvidaré a aquel chico que rogaba por sentarse detrás de mi en los examenes de griego. O cuando yo rogaba porque no nos cambiaran de sitio en arte y poder tener esos dos buenos cerebros a cada lado que no hacían más que escribir y escribir folios a tutiplen. Dios, que listos eran los jodios. No es que pudiera copiar el tema, pero las diapositivas cuando eran rebuscadas... Ay... ahora es cuando suena en mi cabeza la cancioncilla esa de "que tiempo tan feliz" y me río de mí misma mientras susurro patética.
Además me he dado cuenta de que últimamente no hay fotos. Ya no hay. Antes había chorradas en clase, tantas como fotos en los móviles o en las cámaras reflex... hecho de menos hasta a Ababol. Y nuestras posturas tontas, y los bailecitos estúpidos, y las risas desmedidas...
Y encima esta noche que lo único que quiero es llegar a casa y tumbarme a dormir, pues no, no puedo. ¿Por qué? Uy! Por la cenita de clase, si señor. Joder, como voy a acordarme de la cenaza de graduación. Solo de pensarlo quiero llorar. De pensar que nunca más volveré a estar en ese momento, en ese lugar, con esas personas que quiero tanto y tanto significaron, significan y significarán para mí.

Ala, ya vale de moñadas que al final voy a llorar de verdad.
Chicos, ¡deseadme suerte! La necesitaré...

sábado, 11 de diciembre de 2010

Quítate la camisa nueva y si quieres, ríete.

Nunca le hagas ascos a nada. No sabes si después te va a gustar. Pues basta con haberlo visto dos veces y no me puedo sacar la maldita melodía de la cabeza y a Kazuya con el "Girigiri de itsumo ikite itai kara Saa omoikkiri buchiyaburou riaru wo te ni irerun da"
http://www.youtube.com/watch?v=hL2aRptMPmQ

Después de todo, nada ha cambiado para mejor. No se si prefiero que las cosas se estabilicen. Porque con cualquier soplo de viento, vuelven a ponerse patas arriba. Es mejor un cambio. El problema es si el cambio es para peor. De todas formas, no tengo tiempo de preocuparme de eso ahora. Solo a mi me puede pasar que los apuntes de los que probablemente dependiese mi aprobado, estén detrás del armario de mi habitación que tiene una rendija enormemente pequeña por la que no entra una mano ni de broma y encima, el armario no se mueva ni un centímetro por más que lo empujo. Dios, no tengo remedio, joder, soy una torpe patosa y ruidosa chica perdida en medio de la nada. O al menos, exagerando y poniéndolo todo dramático, asi sería.

Es ligeramente más complicado el hecho de pensar todo lo que tengo que hacer esta semana que viene. Por las mañanas tengo presentaciones de trabajos. El problema a esto: vengo acostándome a las 3 de la mañana, dando vueltas en la cama hasta incluso las 5 y me tengo que levantar a las 9. ¿Cómo voy a hacerlo si me gusta más dormir que un caramelo a un niño? Además, sigo con clases por las tardes. Para navidades tendré que hacer un trabajo kilométrico y estudiar para los siguientes parciales de enero, en cuanto vuelva. Además me preocupará la nota del examen de sociologia que tengo el jueves y dios. Algo asi me oprime el pecho como si pesara diez toneladas encima de mi. Navidad dulce Navidad... pues para mi, bye bye.

Menos mal que mientras funcione el reproductor de windos media estoy salvada en cuanto a alma y corazón se refiere, porque si ya estoy perdida en cuerpo y mente, si me pierdo también por el otro lado, entonces soy nadie.



Warui kedo kashikoku wa nai sa Kitto atama yori kokoro de Kangaeru taipu (Lo siento, pero soy el tipo de chico que piensa con el corazón y no con la cabeza.)

sábado, 4 de diciembre de 2010

Iris.

Ultimamente... sí, ultimamente no hago más que llorar. Todo está mal. Por más que intente verlo desde el lado bueno, por más que quiera sonreír ante todo... ese todo, ese mundo está patas arriba. Y algo me dice que no volverá a ser lo mismo.

"El ambiente ha cambiado. Antes estaba igual pero era diferente, de todas formas. Yo sabía, sabía que eras así. Primero lo que tu sientes. Después... lo que tu piensas. Y luego, cuando ya no soy capaz de seguir adelante sin llorar como una imbécil, te paras un instante. Si escojo las palabras equivocadas en ese instante, volverás a pisotearme como si fuera una mierda en tu camino hacia la gran gloria que es vencerme por completo. ¿Cómo puede una persona hacer daño a otras sin pestañear? ¿Y sin cambiar la cara de asco que parezco darle? Pensé que aguantaba porque confiaba en ti y porque te quería. Ahora se que no confio ni un poco. Y no se si ya podré volver a sentir ese querer hacia ti. Algo ha cambiado aqui dentro. Algo muy fuerte se ha vuelto débil y lucha por desaparecer. Te piensas que con solo decir perdón y de mala manera, arregla todos los problemas del mundo. ¿La putada? Que es cierto. Que conmigo, eso funciona. Por no hacerte daño, ignoro el rencor. Intento cuanto puedo pero cada vez es menos soportable hasta que vuelvo a reventar. Está bien, ¡vale! No, no soy perfecta ni mucho menos. A veces solo por joderte digo cosas que son solo eso, molestias. Pero otras veces es preocupación. A ella la toreas sin problemas y él nunca está cuando pasan estas cosas. Además de todo lo que tengo encima, esto es un peso más grande. Demasiado grande para mí. Creí que podría. Pensé que me lo pondrías fácil, que me ayudarías. Pero la última vez, simplemente dijiste que no era nadie. No soy nadie. Así lo dijiste. No soy una persona con sentimientos, no soy una persona que se preocupa por ti, no soy una persona que quiere cuidarte, no soy tu hermana mayor. Soy una puta molestia. Solo eso.
Hace un tiempo trataste de cambiar. Me prometiste que lo harías, que dejarías de atropellar a los demás con tus propios sentimientos y que escucharías antes de pensar en ti. No pedí que cambiaras en un dia, ni en dos meses... pero ha pasado casi medio año y estamos así cada dos por tres. Y esta ya... lo siento, lo siento, pero es la última que me haces. No puedo seguir pensando que soy una mala persona, un fracaso como persona solo porque a ti te salga del coño enfadarte conmigo porque te pongo una hora de llegada a casa. Me engañaste, me mentiste. Eso no lo perdono. Y a ti te lo he perdonado muchas, muchas veces. Pero esta ya no. Y no lo entiendes. Parece que nunca me entenderás por más que presumes de ser la que mejor me conoce cuando en realidad, no sabes nada de mi. No puedo más. Necesito huir. Quizá enfadarme contigo y tener una actitud hostil contra ti sea una forma de escapar, aunque solo me haga más daño a mi. Pero si al menos me odias, me sentiré menos culpable de regañarte y de mostrarme enfadada contigo. Es lo único que puedo hacer ya por las dos. Lo único y lo último. Esto... esto... se acabó. No quiero perdonarte. Va a hacer una semana de esta vida infernal que me has hecho pasar y eso es lo que menos te voy a consentir. Conmigo ya no. Y no quiero seguir llorando por las noches al sentirme completamente sola a pesar de que duermes debajo de mi, con tu pelo al alcance de mi mano. ¡No quiero llorar más, ¿lo entiendes?! ¡Nunca más!"
Además... ella no puede ser incodicional por las dos. Una vez esta bien lo que yo hago, otras lo que haces tu. Es normal que se enfade. Pero no comparto para nada su forma de actuar. Es demasiado extremista y así pasa lo que pasa. Esto ya es insoportable.

Por favor, que alguien me reserve el primer vuelo que salga de Barajas a Narita, por favor. Cojo el bus en la estación a las 2 de la madrugada, llegaré allí a las 6. Espero que me estés esperando en el aeropuerto con los billetes, por favor. No me abandones ahora.

Bye-bye.

viernes, 3 de diciembre de 2010

¿Debería olvidarme de que no puedo volar?

Y, una vez más, noviembre terminó. Pasa todos los años. Pero cada vez es diferente. Un año puede ser divertido. Otro, triste. Otro interminable. Otro doloroso. Otro feliz. Otro indiferente. El mío este año ha sido un cóctel molotov a lo bestia. Por un lado, doloroso. Por otro, indiferente. Por otro, triste. Y por otro, solitario.
¿Qué hacer cuando no eres nadie? ¿Cuando la sensación que pretendes crear en los demás es solo de necesidad y dependencia y nada más? Necesito que la gente me necesite. Es algo que todos los seres humanos queremos sentir. Pero a veces tengo la sensación de que voy por el camino equivocado y que ya nadie me necesita, ni aqui ni en ningun lugar. Al sentir cosas así, me gustaría hacer una locura. Llenar una maleta, autobús, aeropuerto, avión y aterrizaje suave... en el aeropuerto internacional de Narita.

Su música recorre mis oídos una y otra vez. Kazuya y su Kizuna, Jin y su Care, Junno, Koki y Nakamaru con Faraway, Satoshi y su Shizuka na yoru ni, Jun, Nino, Aiba y Sho con Hatenai Sora y Kagero, Yuya y su Ai Nante, Yamapi con su After the Rain, News con Pain, incluso Big Bang con su Tell me Goodbye. Es sorprendente la facilidad que tengo para aprender canciones en japonés y no soy capaz de ponerme en condiciones a estudiar población. ¿Sinceramente? Me lo estoy planteando, chicos. Traducción e interpretación. ¿Y si soy capaz? Dicen que tengo facilidad para los idiomas. Se inglés, griego y si me pongo latín. Me defiendo incluso con el japonés. ¿Quizá yo podría...? No lo se. Y siento que nunca lo sabré. Pero bueno. Si es lo que tiene que pasar, adelante.

Un puente que veo sentada en la cama o en el sofá junto al portátil y la torre de 50 dvds, ya llena, a mi lado, para ir cambiando de dvd según vaya terminando cada dorama. Palomitas, chocolate y una manta. Y estaremos yo y mi soledad juntas, como siempre. Guau, planazo.

Ahora desde mi cama puedo ver la Torre Eiffel. Me gustaría que alguien me la hubiera enseñado en tierra francesa. Tiene que ser espectacular.

http://www.youtube.com/watch?v=BIzIl3QfTGQ

Cuando los trazos que dejaron mis lágrimas secas se hayan borrado...