sábado, 2 de julio de 2011

1582.

Miró las cartas. Sonrió de lado. Sus ojos se fijaron penetrantes en los de la chica, perdidos en su mano de la baraja. Y luego, disimulados, bajaron por la piel blanca de ella hasta la prenda negra con encaje que cubría su pecho. Aquello había sido más divertido de lo que pensaba.
Llevaba tiempo aguantando a aquella chica y había algo en ella que le pedía cariño, que se lo daba también a cambio y que le consentia tal y como era, que le odiaba tal y como era y que le quería por ser quien era y no quien aparentaba ser.
- Creo que vuelvo a ganar - ronroneó, enseñando sus cartas. Ella le miró. Aquellos ojos relucían. No estaban oscuros y desesperados como cuando había llegado a casa esa noche. Ya no querían llorar. Solo querían mirarla. Odiaba que la mirase. Y más así. Pero prefería eso antes que no ver sus pupilas brillar.
- Estás haciendo trampas - sentenció ella.
- Vaya, no sabía que tuvieras mal perder - sonrió de lado -, Ruka.
- Si, soy orgullosa, ¿algún problema? - dijo, tirando las cartas sobre la mesa.
- Si tan orgullosa eres, ¿por qué aceptaste jugar a esto conmigo? - curioseó.
- Porque estabas triste, decaido, deprimido, querías llorar y...
- Vale, vale, vale - la detuvo -, o empezaré a darle vueltas a las cosas otra vez - suspiró, recostándose en la silla.
La chica se levantó de su silla. Su rostro se ocultó en la oscuridad, puesto que en el salón solo el foco del flexo iluminaba de cerca la mesa, nada más. Caminó despacio hasta él y colocó la mano en su hombro desnudo. Le acarició y llegó hasta su cuello, toqueteandole el pelo y acariciándole suavemente. Él cerró los ojos suvamente, despacio y suspiró.
- Ruka...
- ¿Más tranquilo?
Él solo asintió con la cabeza y se dejó mimar. Ella subió la mano por su nunca y él ronroneó.
- Está bien, déjalo - susurró él -. Es tarde. Deberíamos ir a dormir.
- ¿De verdad quieres que me detenga? - susurró. Él abrió los ojos,. Notó su pelo rozándole la mejilla y su aliento la oreja. Demasiado cerca.
- Yo no - reconoció -, pero no es necesario que sigas con esta... tontería mía - dijo, apartándose un poco.
Ella cerró la mano alrededor de su cuello y se acercó más a él. Sus labios rozaron la sien de su frente y él se sobresaltó, pero no se apartó.
- ¿Qué...?
- Me necesitabas. Hace un rato, me necesitabas. Y si te vas a dormir ahora, ¿crees que me necesitarás a tu lado para mantener la mente en blanco como la tienes ahora mientras estoy tan cerca de ti? - le susurró lentamente a la oreja.
Se giró de forma ligeramente brusca hacia ella. La chica le soltó algo sorprendida pero él paso sus brazos por la cintura de ella para sentarla sobre sus piernas, de espaldas a él. Cerró sus manos alrededor de su estómago y apoyó la mejilla en su hombro desnudo. Ella sintió la respiración del chico golpearle contra la espalda y la piel se la erizó. Movió suavemente las manos y las colocó despacio sobre las de él, entrelazando los dedos con los del chico.
- Te necesito.
- ¿Aunque solo sea por un rato, mientras te tranquilizas y...?
- Te necesito a mi lado en mi cama para dormir - dijo de pronto -. Cuando la otra noche me esperaste en mi cama sin mi permiso, creí que te odiaba y que quería que desaparecieras. Pero me tumbé a tu lado para despertarte y molestarte y puse la música que necesito para dormir. ¿Y qué hiciste? Te revolviste y me abrazaste - susurró -. Y entonces... me dormí.
Ella soltó una risilla y se recostó hacia atrás sobre él. El chico besó su hombro y apoyó la cabeza en el hueco entre su cuello y el hombro para seguir susurraándole al oído.
- No te rías, es verdad. Nunca, desde que todo esto empezó y mi vida cambió, he podido dormir sin escuchar música para tranquilizarme o poner el reproductor de imágenes holográficas en el techo para ver las estrellas al menos de vez en cuando. Y en cambio, la otra noche, cuando me abrazaste, sentí un calor en mi cuerpo que me relajó más que la música. Fue la primera vez que me quedé dormido con la música puesta sin darme cuenta, Ruka. Porque tú me estabas abrazando contra ti, como si me estuvieses diciendo "yo estoy aquí contigo, no estás solo".
- ¿Es eso lo que necesitabas oír?
- Sí. Es lo que necesitaba sentir. Y tu, sin darte cuenta, me lo susurraste con tu forma rara de hacer las cosas - sonrió -. Gracias.
Ella la apretó las manos un momento y luego las soltó, con una ligera sonrisa emocionada en la cara.
- He perdido esta ronda - le recordó -. Si de verdad me necesitas y quieres que te abrace durante toda la noche entonces - respiró hondo y suavemente se giró hasta rozarle los labios con los suyos, en un beso sencillo pero apasionado -, quítame la prenda que he perdido jugando contigo.
Él la miró a los ojos. Estaban tan cerca que podía verlos arder de deseo pero también veía aquella inocencia en ellos que tanto le atraía. Volvió a besarla con suavidad y sin darle la vuelta deslizó sus manos desde su cadera por su cuerpo hasta llegar al enganche del sujetador.
- ¿Seguro que puedo?
- ¿En qué piensas cuando te digo que sigas? - le preguntó ella.
- En no dejarte escapar esta noche - admitió.
- Si yo te hago olvidar todo lo malo que hay a tu alrededor, si es entre mis brazos donde encuentras esa paz que crees haber perdido, entonces puedes hacerme tuya esta noche tantas veces como desees y necesites para sentirte protegido este mundo. Protegido por mi - sonrió, acariciándole el pelo.
- Siempre me has estado protegiendo - dijo entonces, sonriendo -, aunque no me diera cuenta y pensase que eres una molestia, que siempre andabas por ahí estorbando en el momento menos oportuno, pero era al contrario. Me ayudabas con tus palabras aunque me molestaran, te daba igual y siempre decías lo que pensabas - susurró, acariciándola la piel -. Y me hacías la cena - dijo, con una carcajada.
- Y bien que te la comías - soltó ella, posando la frente en la de él.
- No cocinas tan mal - contestó, robándola un suave beso -. ¿Entonces...?
- Termina de soltar el maldito sujetador y deja de pedir permiso para sonreír, ¿quieres? - dijo, respondiendo a sus besos mientras se giraba un poco para entrelazar las manos en el pelo y cuello del chico y rozar su piel con suavidad.
- Entonces voy a hacerte el amor hasta que amanezca el futuro que nosotros vamos a pintar - susurró, pasando un brazo bajo sus rodillas y otro por su espalda para levantarla y caminar, despacio, sintiendo la emoción de tenerla en brazos antes de entrar en su habitación y acorrarlarla contra la pared.
Ella enroscó las piernas en su cintura y se apoyó en sus hombros de él, sintiendo las manos de él explorando su cuerpo con suavidad, buscando su piel con la misma desesperación y pasión con que ella buscaba sus labios y sus ojos. Se detuvo un momento y la bajó, aún acorralándola contra la pared. La miró a los ojos y acarició su rostro mientras sonreía.
- ¿Sabes que creo? Que creo que te quiero - susurró.
- Eso ya lo sabías hace mucho tiempo, querido - sonrió ella con picardía, acariciándole la mejilla.
- Solo que ahora, no pienso volver a negártelo nunca más - dijo, volviendo a agacharse hacia ella para atacar a su cuello, apartando con cuidado su pelo y acercándose más a su cuerpo.
Una canción desesperada con una melodía clara y tranquila. Las sábanas eran blancas. No había almohada, vestía el suelo. Sus voces unidas en un suspiro de placer resonaron con fuerza en la habitación iluminada por el brillo de sus ojos y sus cuerpos bailando al mismo son con un solo objetivo común latiendo dentro de sus corazones, recorriendo sus cuerpos controlándolos hasta la punta de sus dedos. Hasta el último suspiro.

8 comentarios:

  1. precioso como siempre ^^ me encantaaaa xD

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  2. Exagerada. Es solo que me inspiró y mucho la idea de jugar a las cartas. Me gustó imaginar esa mirada de él en una partida de stripoker. Y salió algo como esto.

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  3. yo quiero una tmbn T___T plis¿? xDDDDD

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  4. Jajajajajajaja, asi que quieres un stripoker con ese hombre, ¿eh? Bueno, yo tenía algo diferente y más...

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  5. puest ya tas tardando en contarmelo ¬¬ pa que estan lso privados??? xDDD
    cuentaaaa plisss

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  6. No es ninguna exagerada, simplemente impresionante

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  7. Si exagera y tu igual.
    No voy a contartelo, lo escribiré y lo leerás. No creo que tarde mucho en escribirlo, tranquila. Me tomaré un descansito para hacerlo :)

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  8. ya lo lei, si es el nuevo claro, xD si no es igual me gusta de todos modos xDD

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