viernes, 18 de febrero de 2011

Cosas como "perdona" o "no llores" me hacen querer abrazarte...

- ¿Estados Unidos? ¿Qué demonios se supone que significa eso, eh?
La noticia había sido demasiado impactante. Y lo peor de todo es que no se había enterado por él precisamente.
- Lo siento, supongo que tenía que habértelo dicho a ti la primera pero...
- ¡Tu ambición puede más que yo y todo lo que sea que sientas por mí, lo se! - le gritó -. Pero precisamente por eso me esperaba un poco más de consideración por tu parte, maldita sea.
- No sabía como hacerlo - aseguró.
- Podrías haberlo intentado al menos - siguió la chica -. Te juro que sería capaz de matarte ahora mismo.
- Espera - dijo él, sujetándola de la muñeca antes de que se fuera -. Ven conmigo.
- ¿Ah?
- A Estados Unidos - repitió -. Ven conmigo.
- ¿¡Qué!? - soltó -. ¿Estás de broma? - Pero la voz del chico no parecía bromear.
- No. Es en serio. No quiero separarme de ti.
- Pero tuviste que decidir entre la música o yo y decidiste seguir a la música allá donde te llevase, ¿no es así?
- Sí, pero... la música no puede venir a mi, soy yo quien tiene que ir a buscarla. En cambio tu...
- Yo puedo ser la estúpida de turno que te siga a ti, ¿verdad?
- Haces que todo suene tan mal - suspiró él -. Si te digo esto es porque de verdad quiero estar contigo.
- Eres un maldito egocéntrico - le dijo entonces -. ¿Y qué hay de lo que yo quiero, eh? ¿Te has dado cuenta, te has parado a pensar un momento en lo que yo siento?
- No me pidas que haga cosas así, sabes que se me dan demasiado mal, por favor.
- Con excusas como esa he seguido creyendo en ti hasta hoy, ¿sabes?
Ella se zafó el agarre pero él la sujetó de los hombros y la acorraló contra la pared, apoyando su cuerpo en ella para que tuviera forma de escapar.
- Suéltame.
- Te necesito. ¿Cómo necesitas que te lo diga? ¿Cómo necesitas que te lo demuestre, eh? - le preguntó.
- Podías habermelo dicho, simplemente eso - susurró ella -. Haber dicho adiós.
- No quería herirte antes de tus examenes, idiota - la dijo, apoyando la frente sobre la de ella.
La chica se dio cuenta entonces de que esa misma mañana había hecho su último examen de semestre. De repente, se sintió como una verdadera imbécil.
- Déjame, por favor - musitó.
- No te culpes por todo lo que has dicho. Tenías razón, tenía que habértelo contado. Pero al decirte que me iba también quería proponerte de veras que vinieses conmigo y lo dejaras todo. Con ese lio en mente, no hubieras sido capaz de escribir ni tu nombre en los examenes, ¿no es verdad?
- Perdóname - susurró, cerrando los ojos. Un par de lágrimas resbalaron por su rostro. Él las apartó con los labios.
- En serio deseo que me acompañes. Porque quiero que todo el mundo me vea en la ciudad de Los Ángeles paseando contigo de la mano y sientan envidia. Porque se que echaría de menos estar haciendo el amor contigo y tumbarme sobre tu pecho con el oído sobre tu corazón y a cada latido rozarte suavemente los labios y hacer círculos sobre ellos mientras te susurro al oído la sensación que me produce hacer eso - dijo, sin apartar ni un solo segundo los ojos de los de ella -. Porque parte de mi música y de mí, eres tú.
- Si me dices esas cosas yo... no quiero negarme, pero...
- No te preocupes. Aún tienes tiempo para pensarlo. No quiero que te precipites. No quiero que te equivoques y tomes el camino incorrecto por mí, ¿vale? - la dijo, acariciándola la cara con ambas manos -. Pero nunca lo olvides, pase lo que pase y decidas lo que decidas. Yo te quiero - susurró.
El chico buscó sus manos y entrelazó los dedos con los de ella un momento antes de abrazarla contra su pecho y acariciarla la espalda. Deslizó los dedos entre el pelo de ella y se aferró con fuerza a su cuerpo.
- No quiero perderte - musitó ella contra su hombro, sin mirarle -. No me lo perdonaría.
- No me perderás. Pase lo que pasé, siempre estaré contigo, te lo prometo - susurró mientras respiraba el suave aroma de su pelo.
¿Por qué? ¿Por qué justo en ese momento? Tenía a sus amigos, tenía a su familia de acogida, tenía sus estudios, tenía sus ilusiones y sus sueños. Pero, ¿era él más importante que todo eso? ¿Realmente, lo era?



Odio la autoescuela. Por dios, que alguien haga un horario de temas, pero ya. Voy ayer y me dan el principio del tema 5. Voy hoy, y final del tema 8. ¿Pero qué es esto? ¿Cuánto tiempo voy a tener que pasarme allí hasta ver los treinta mil temas que hay? Maldito coche. Si no quisiera de verdad salir de aqui rodando en uno, no lo soportaria.


"El camino que hemos recorrido lo tomaremos como un importante paso hacia el futuro."

2 comentarios:

  1. (Creo que tu blog anda un poco desfado de hora y fecha.)
    Visto así no le pega, pero luego resulta ser que si, y que es la cosa más pocholitica del mundo. Maldito idiota. Le odio.

    Tranquila, intenta no agobiarte anda. Leelos tú un poco por encima y haz algún test, seguro que lo sacas sin problemas.

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  2. Es que empecé a escribir a esa hora y lo publicó así, pero vamos, que me da igual.
    Bueno, realmente creo que él es así aunque no nos deje verlo.

    Si solo era por quejarme de algo. Acabo de empezar, tiempo al tiempo.

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