sábado, 26 de enero de 2013

Confiar en encontrarse a uno mismo.

Un golpecito en la puerta. Contestó para dejar pasar con un tono que se asemejaba a un gruñido. Estaba muy enfadada. Nunca jamás le había dado plantón absolutamente nadie. Y sin embargo, allí había estado esperando por aquel estúpido y creído artista, incluso después de que la prometiese que no faltaría a su cita. No pensaba ponerle las cosas tan sencillas. Si se creía que era él el que podía jugar con ella estaba muy equivocado. Podía permitirle algunas cosas, pero ni por asomo soportaría algo como aquello. 
En el despacho entraron cuatro chicos. Irían a quejarse. Ella no estaba de humor para eso. Contaba con que Sho se mantendría en silencio y no les contaría nada, pero al parecer, se había ido de la lengua. 
Ni siquiera les invitó a sentarse. Ellos ni lo hicieron. 
- ¿Qué quereis ahora? 
- ¿Por qué has hecho esto?
- ¿De qué demonios...?
- ¡Sho! - gritó Jun. 
Ella no dio ni siquiera un bote con aquel cambio de tono. Sentía la rabia recorriendo sus venas en ese momento. ¿La habían descubierto? ¿Acaso se lo había contado él? Tenía que haber sido más estricta respecto a eso. Pero se lo haría pagar. Le haría perder todo lo que quería. La única intención que había tenido era seducirle para poder controlarlos a todos; sin embargo, él había necesitado un motivo y el dichoso programa había sido la excusa perfecta. Solo hasta que Sho cayera ante ella, solo sería chantaje por un breve periodo de tiempo; cuando él la deseara más que a cualquier otra cosa, habría obtenido lo que buscaba. A pesar de eso, las cosas habían acabado así. Pensaba vengarse. Esos cuatro no sabía donde se estaban metiendo.
- ¿Qué pasa con él? - contestó al fin, con calma, sin alterarse.
- Sabemos lo que le estas haciendo - habló Satoshi. 
- Yo no estoy haciendo nada. Lo que haga lo hace por voluntad propia. 
- Venga ya, no te creas tan pefecta, Reika - dijo Kazunari, con cierto tono de broma pero hablando en serio -. No puedes tener a todos los hombres que quieras a tus pies. 
- Eso pensabais de vuestro amigo y mirad - dijo, sin poder evitar que sus palabras sonaran cortantes, como un filo envenenado.
- ¿Por qué Sho? 
- Se ha... corrompido por mí - dijo -. Ha entrado en mi terreno. 
- ¿Va en serio? - soltó Jun. 
- ¿Qué pasa? ¿Celoso de que lo eligiera a él? 
- ¡Jodido porque te ha dado la santa gana de meterte con una persona que es importante para mí! – rugió el chico -. Además, a mí no podrías haberme controlado y lo sabes. 
- Yo no controlo a nadie. Es él quien quiere estar conmigo. -Su tono viperino no cambiaba, lo que ponía todavía más enfermo a Jun. 
- ¿Hiciste que Sho cayese ante tus encantos? - siguió Satoshi.
- Exactamente. Sho es... el que más pinta de hombre tiene. 
- Lo que quiere decir, que hubiera servido cualquiera, ¿no? - dijo Masaki -. Te bastaba con controlar a uno para disgregar el grupo. 
- No pretendía disgregarlo. Pero sí controlarlo - admitió.  Parecían haberse dado cuenta de todo asi que ya no tenía sentido negarlo más.
- ¿A qué precio?
- Solo tenía que convencerlo con el tiempo. Así que usé el maldito programa que tanto quereis para ello. 
- ¿Por qué? ¿Solo por la envidia de que otras celebridades y agentes tengan relaciones? - le espetó Jun.    
- Digamos que estabais poniendoos demasiado pesados así que... Me bastaba con controlaros a vosotros a través de él. 
- ¿Controlarnos?
- Claro. Si le ponía de mi lado, el grupo no sería unánime. Y con uno que no esté de acuerdo en algo... 
Eso era cierto. Según alguna que otra cláusula de letra pequeña, en decisiones catalogadas como "muy importantes para la prosperidad del grupo" debían estar los cinco de acuerdo o la firma de algun contrato u otra cosa parecida se podía ir al garete. 
- Y por eso has estado manipulando a Sho - susurró Jun, casi flipando -. ¿Cómo? Sho no es la clase de persona que...    
- O Sho en mi cama, o adiós el programa - contestó ella, alzando la voz -. ¿Cuál sería más importante?
- Sho se hubiera metido en tu cama – contestó Kazunari -. Porque tiene un sentido de la amistad más fuerte que otros muchos sentimientos. Habría hecho cualquier cosa sin dudar por nosotros. Y tú lo sabes y te quisiste aprovechar de ello. 
- Haría cualquier cosa por lograr mi propósito. Además, era cuestión de tiempo que ese chico se diera cuenta de que estar conmigo no era algo tan malo. Después, no necesitaría usar el programa como excusa. Lo haría todo por mí. 
- Sin embargo, te encontraste con algo que te sorprendió. No podías manejarlo a tu voluntad ni siquiera chantajeándolo con nosotros, ¿verdad? – apuntó Satoshi.
La mujer recordó el plantón y se puso de pie de un salto. Estaba muy enfadada, demasiado como para soportar a aquellos cuatro estúpidos pidiéndola explicaciones y riñendo como si fuera una maldita estúpida. 
- Salid de aquí de una vez. No tengo por qué hablar con vosotros de temas personales.
- Esos temas nos incumben cuando es nuestro compañero el que está sufriendo tus manipulaciones de... - empezó Jun, levantando también la voz.

- Trasladaste tu frustración con la cadena de televisión a algo personal con nosotros - le interrumpió Masaki, antes de que dijera algo de lo que se podían arrepentir -. Ellos te fastidiaron y decidiste quitar el Himitsu. Al hacerlo, nos queríamos rebelar. Y tú decidiste dominarnos por medio de manipular a Sho. Eso no es justo. 
- Parece una historia de miedo - dijo Kazunari, fingiendo un escalofrío -. Eres una psicópata – añadió, como si hablara solo consigo mismo.
- No vuelvas a intentar algo así. Ni te atrevas a acercarte de nuevo a Sho - dijo entonces Satoshi. 
- El programa se cerrará - aseguró Reika.
- De acuerdo, hazlo - contestó el chico -. Porque no tenemos ninguna intención de entregarte a Sho a cambio de continuar en la televisión.
- Y todo lo que él ha hecho por vosotros hasta ahora caerá en balde – respondió la mujer -. Ninguno de sus sacrificios tendrá sentido si ahora os da por poneros dignos.
- No se trata de los sacrificios que ha hecho, Reika. Sino de los que tendría que hacer a mayores para protegernos. No te lo vamos a permitir. Sho no es un juguete. No dejaremos que le jodas la vida.
- Os estáis jodiendo vosotros solos enfrentándoos a mí, y lo sabéis.
- Eso es para que te des cuenta de lo zorra que puedes llegar a ser – la respondió Jun.
Tres golpes fuertes en la puerta detuvieron las fuertes palabras que Reika iba a dedicarle a Jun con el mismo cariño que él la profesaba.  
- ¿¡Qué!? - rugió ella.
- ¿Reika? 
Los cuatro chicos se giraron hacia la puerta. El pelinegro entró en el despacho y cerró la puerta con cuidado. 
- ¿Qué...?
- Largaos - les dijo a los demás -. Tengo que hablar con él. -Su tono era muy amenazante. 
- No vamos a dejar que...
- Chicos - le interrumpió Sho -. ¿Por qué no la haceis caso, eh?
- ¿Sho? - susurró Jun, parpadeando varias veces. 
- Yo también necesito hablar con ella. A solas - carraspeó. 
- ¿Qué? - soltó el moreno -. ¿No me vas a decir que...?
- Lo descubristeis todo, sí - volvió a cortarle el pelinegro -. Pero eso no significa que yo esté dispuesto a dejar a Reika. 
La mujer estuvo a punto de caerse en la silla. Los chicos se miraron entre sí y el pelinegro pasó de largo ante ellos. Se acercó a ella y la miró de cerca. 
- Te sienta bien el pelo suelo - la susurró, apartándole un mechón de pelo y colocándoselo detrás de la oreja. 
- ¿Qué estás haciendo? - musitó Reika. En ese momento no sabía qué hacer. 
- ¿Podeis iros? - les dijo a los demás, sin mirarles. 
- ¿¡Por qué estás haciendo esto!?
- Deja de gritar, Jun, no vas a conseguir nada así. 
- Sho, me decepcionas - susurró el moreno. 
- Pues lo siento - dijo, pero sin ningún tipo de arrepentimiento en la voz. 
- Cuando puedas, baja. Tenemos que hablar - le dijo Satoshi, muy serio. 
- Sí, sí, lo que tú digas - le evadió el pelinegro. 
Masaki agarró a Jun por el brazo para sacarlo de allí. Apenas cerraron la puerta, Sho pasó las manos por la cintura de ella. 
- No me toques - pudo decir -. ¿Por qué de repente...?
- Siento muchisimo lo de anoche, en serio - susurró, rozando su nariz con los labios. 
- No voy a caer en tu trampa. ¿En qué estás pensando, Sho? ¿En engañarme?
- No. Estoy pensando en mí. 
La respuesta la dejó impresionada. 
- ¿En ti mismo? Eso es nuevo. 
- Me ha llamado un productor. Dice que tiene un trabajo entre manos y que quiere contratarme. Creo que te lo han enviado. 
- Sí, ha llegado el libreto esta mañana - dijo, señalando la mesa. 
- Reika, solo puedo aceptar ese trabajo y hacer algo así de grande si tú estás conmigo. 
- ¿Y esos estúpidos?
- ¿A donde crees que voy con ellos? Solo sirven para que lleguen este tipo de trabajos a mis manos, Reika. Y ahora que sé que me favorecerás por encima de cualquiera, no les necesito. 
- ¿Por qué estás tan seguro de eso? - quiso espetarle, con el último rastro de cordura que la quedaba. 
- Porque me encargaré de recordarte cada noche por qué me elegiste a mí - susurró, acercándola a su cuerpo para que sintiera su calor. 
Reika tragó saliva. ¿Lo había conseguido? Jamás había visto la mirada decepcionada de Jun de aquella manera, ni la voz demasiado seria de Satoshi. Tampoco sabía que Sho podía llegar a ser tan frío con aquellos a los que un día había dicho querer proteger. ¿Y si era cierto? Desde luego la propuesta del productor era cierta, ella tenía todos los papeles y Sho, todas las papeletas de ser el protagonista. Las cosas parecían ir bien. De todas formas no podía fiarse demasiado. Intentaría mantener la compostura, aunque por dentro ya estuviera cantando victoria.    
- ¿Así que todo es porque me necesitas? Bastardo - le dijo, haciéndose la digna, intentando apartarse de él. 
- Igual que tú me necesitas a mi - insistió él, sin soltarla, pasando la mano izquierda por su espalda y la otra por su nuca -. Vamos, Reika. Podemos hacerlo. Utilicemonos. 
- Sho...
- En todos los sentidos de esa palabra - sonrió, soplando suavemente bajo la oreja de la chica antes de besarla. 
Recordó por un instante una sonrisa. Un golpe en el brazo. "Como se te ocurra poner las manos más allá de donde sea necesario, te juro que te quedas sin ellas, señor ojazos."   
- Esta noche... - susurró ella. 
- Pasaré a buscarte antes de ir, ¿te parece? - la dijo al oído. 
- ¿Me lo prometes y esta vez de verdad?
- Aquí estaré - aseguró. 
El chico se separó de ella con suavidad, pero Reika le sujetó de la camisa y volvió a acercarse a él. 
- ¿No vas a despedirte como es debido? - susurró. 
Sho dio un paso hacia ella y cerró los ojos antes de besarla. 

La habitación era la de siempre. Parecía que Reika tenía obsesión por ella. Se quitó la americana y desabrochó la corbata. Ella llegó en ese momento. El pelinegro se giró a mirarla con una sonrisa que hizo que la mujer no pudiera esperar si quiera a quitarse los zapatos para acercarse a él. Pasó los brazos por su cuello y se inclinó a besarle. Él la dejó, mientras la rodeaba la cintura y la hacía caminar hacia atrás, despacio, sin separarse demasiado de ella. Reika fue desabrochándole la camisa, despacio, mientras él bajaba la cremallera de su vestido negro.
- Hoy estás... complaciente - susurró ella en su oreja, besándole el cuello. 
- Porque quiero demostrarte... - dijo, mientras deslizaba los tirantes del vestido por sus hombros y la rozaba la piel los dedos - hasta qué punto me has encendido. 
Ella soltó una carcajada y volvió a besarle. El chico la hizo sentarse en la cama con suavidad y se apartó. Se quitó la camisa y ella dejó caer su vestido al suelo. El pelinegro se acercó al minibar y se puso una copa. Le dio un trago mientras la miraba subirse a la cama y contonearse para él. Su sonrisa torcida no cambiaba; incluso sus ojos eran un pozo de hielo que a ella parecía resbalarle. No se daba cuenta. Era mejor así. Que siguiera ahogándose en su falsa victoria. 
Caminó hasta la cama y se sentó, tendiéndole la copa a la mujer. 
- Dame de beber - le pidió. 
Él no puso objección. Bebió un poco de aquel whisky, uno bastante bueno acorde con el nivel del hotel, y lo pasó a la boca de la mujer, procurando no derramar nada. Contra más bebiera, mejor. Ella le quitó el vaso y se sentó sobre él, para volver a besarle. Sho ocupó los labios besándola la clavícula. Iba contando hacia atrás. 
10, 9... 
6, 5... 
2... 
1... 
Reika cayó sobre él como un peso muerto. Con cuidado, la recostó sobre la cama y la tapó con la sábana. Y entonces respiró tranquilo. Los calmantes que una amiga enfermera le había dado habían hecho efecto a la perfección. El pelinegro se quitó los pantalones y se metió en el otro lado de la cama. Por la mañana diría que había sido una noche estupenda. Ella no recordaría nada, pero su memoria posiblemente fuera dibujando una imagen si él le contaba las cosas como se suponía que tenían que haber pasado. Cogió el móvil y echó un vistazo a la cadena de mensajes que tenía con la morena. 
¿Te ha hecho algo esa x#~€¬¬##@@#€? 
No, cariño. Solo pienso en ti. 
Mentira... 
Sabes que no te mentiré. No otra vez. No volveré a hacerte daño. 
Ya, pero esa mujer no es precisamente fea, lo reconozco. Seguro que sin vestido...
Dejó el teléfono sobre la mesilla después de mirarlo y responder al último mensaje de Izumi.

Izumi. Te quiero.            

En el ambiente crecía la tensión. Sin embargo aquellas miradas de complicidad hacían que aumentase también la confusión entre los demás. 
- ¿Eres consciente de la situación? - le preguntó Satoshi. 
- Lo soy. Sé por qué hace esto. Solo quiere controlarnos. Cree que conmigo de su lado, el grupo estará tranquilo, dócil bajo su mando, ¿no es así?
- Sí. Es por frustración. Se indigna porque otra persona es más favorecida que ella por la cadena de televisión, como si esa otra persona fuera más importante que ella – explicó el líder. Habían investigado muy bien cuando Jun les había confirmado que el olor de la camisa era de Reika. Hasta entonces, solo habían podido hacer suposiciones.
- Y es una ególatra. Eso la supera – añadió Masaki. 
- Y para intentar sentir que todavía tiene el control de la empresa, pretende controlarnos con el programa, manteniéndonos a raya para que no hagamos nada mientras te obliga a ser su maldito chapero – soltó Jun. 
-  ¿Y habéis llegado a esa conclusión vosotros solos? – sonrió amargamente Sho.
- No es algo para reírse – hizo notar Kazunari. Y eso que él era el que siempre estaba tomándose las cosas más a broma -. Está jugando contigo. Te está utilizando. Y por nosotros.
- No, en realidad lo hace porque ahora le resulta divertido. 
- No sabía nada de Izumi, ¿verdad? - notó Kazunari -. Sino, estoy seguro de que nos lo hubieras contado en lugar de haber intentado hacerte el héroe tu solo. 
- No debiste haberte quedado en silencio pensando en si traicionarías al grupo o a tu chica hicieras lo que hicieras - le reprocho Masaki -. Tenías que habérnoslo contado, Sho. 
- Tal vez, puede, sí, pero ya lo he hecho así. Ahora no puedo cambiarlo. 
- Pero sí puedes superarlo - añadió Izumi -, ¿verdad? Y ya estabas pensando cómo.     
- Ah, sí... ¿qué demonios es eso de que "vas a seguir adelante"? -Levantó la voz más de lo necesario. Pero después de la explicación de lo que había pasado y por qué, estaba cabreado -. Sho, esa mujer te está utilizando - hizo notar Jun. 
- Lo intenta - matizó el pelinegro. 
- ¿En qué estás pensando?
Sho sonrió de medio lado y miró a Izumi. 
- En engañarla - respondió la chica. 
- Precisamente - confirmó él. 
- ¿Qué? - soltó Jun. Luego miró a Izumi -. ¿Y tú como lo sabes?
La chica se acercó a Sho y le apretó el brazo. Él contuvo las ganas de abrazarla.
- Porque sé que no me engañaría a mí - dijo la morena.    
Jun se llevó a la mano a los ojos y los puso en blanco mientras los escondía. 
- ¿En serio pretendes engañar a Reika? ¿Sabes lo que estás diciendo? - le preguntó Masaki. 
- Se dejará llevar. Como cualquier mujer que quiere algo. 
- Ella te quiere a ti - le recordó Kazunari, poniendo cara de angelito después de tirar la piedra. 
Sonó el móvil de Jun. El moreno pareció recordar algo. 
- Keiko está abajo. Pensé que te echaríamos la bronca y nos iriamos así que...
- ¿La has dejado en el coche, sola, a estas horas?
- Solo son las... joder, la una de la madrugada ya - soltó el moreno. 
- Está bien, mejor. Dile que suba - le dijo Sho -. Mientras, ¿nos sentamos? - propuso. 
La morena aprovechó que todos andaban buscando un sitio para sentarse para empinarse hacia el pelinegro y besarle suavemente. Él hubiera gemido ante el contacto si hubieran estado solos. Después de todo, eso era lo único que había echado realmente de menos. A ella.
- Confío en ti - le susurró la chica. 
Kazunari no se movió del reposabrazos del sofá individual. Satoshi se sentó en ese sofá y Masaki ocupó el otro individual, enfrente. Izumi se dejó caer en el sofá grande y Sho se sentó a su lado. La miró un momento y  la acarició el pelo con suavidad. Jun ocupó el lugar que faltaba del sillón y Keiko, después de pedir perdón por interrumpir de aquella manera, se sentó a medias entre el sofá y el cuerpo del moreno, que pasó los brazos alrededor de su cintura con toda la naturalidad del mundo.   
- Voy a fingir que me agrada. Voy a dejarla creer que me tiene en sus manos y que haré cuanto ella quiera - empezó Sho a hablar.
- Eso sí es engañar - hizo notar Kazunari. 
- Quiero que llegue al punto de no dudar absolutamente nada de mí. Tengo que convertirme en alguien de quien ella crea que puede sacar algo.  
- Eso es peligroso - advirtió Masaki -. Sabes que no se conformará con una cena. Tendrías...  
- Tendría que besarla, tocarla, estar demasiado cerca de ella, lo sé - dijo suavemente. Tenía que poner todas las cartas sobre la mesa. Ni un solo secreto más.
El silencio de un segundo se hizo eterno.  
- Está bien - respondió ella, mirándole fijamente como estaba haciendo él. Quería ver su reacción. 
- ¿Izumi? - se sorprendió su amigo moreno.
- Si tienes que hacerlo, entonces hazlo - dijo, pero sin gesto de resignación, sino de convencimiento, hablándole directamente a los ojos del pelinegro. 
- Le estás diciendo que puede tocar y besar a esa... - insistió Jun, cerciorándose. 
- Lo sé - le interrumpió -. Pero en realidad, todo eso ya lo ha hecho. Con otras chicas, ¿no es verdad?
- Actuando - susurró Sho, comprendiéndola desde el principio. 
- Exacto. Eres actor, es tu trabajo. Lo que vamos a hacer es una obra de teatro. Vamos a representar. Vamos a fingir. Vamos a engañar. A mostrar nuestro lado más falso. -Parecía que intentaba convencerse a sí misma de que aquello tenía que ser así. 
- No voy a hacer nada - dijo entonces él -. Yo también tengo límites. 
- ¿Y si quiere pasar la noche contigo? - dijo Kazunari. 
- Tranquilo. Estaré prevenido. 
- ¿Alcohol? - inquirió Masaki. 
- No beberá si quiere estar conmigo - dijo Sho, descartando la idea -. Pero no os preocupeis por eso.
Alcanzó las manos de Izumi y las estrechó con fuerza, como buscando su aprobación.  Ella entrelazó los dedos con los de él, despacio, disimuladamente, en una caricia que solo ellos dos pudieran ver.
- Además, será un corto periodo. Posiblemente en menos de una semana, consigamos lo que buscamos.  
- ¿Qué tenemos que hacer? - preguntó entonces Kazunari. Resumiendo la pregunta de todos los demás. 
Sho respiró hondo. Algo cálido volvía a recorrerle las venas. Ya no tenía que luchar más contracorriente. No tenía que mentir. No tenía que traicionar a nadie. Ahora podía con cualquier cosa. Porque estaban todos allí.
- Satoshi, llama al director de la cadena de televisión. A él le interesa como a nosotros que el programa continúe. Explícale el plan. 
- De acuerdo - asintió el líder. Siempre había sabido que Sho hubiese sido mejor líder que él. Aunque los chicos le aceptaban y él intentaba hacer cuanto podía como líder del grupo. 
- Izumi, por favor, llama a Hikari. Necesitamos su cámara y sus ganas de escribir. 
- ¿A estas horas? Me... no, te matará - advirtió la chica. 
- Sobreviviré a su malhumor de la una de la mañana - dijo, con sarcasmo. Luego miró a Jun. Y a Keiko -. Necesitaré tu ayuda. Por favor. 
- Lo que haga falta - sonrió la chica.  Se había encontrado con algo más emocionante de lo que había esperado esa noche.
- Gracias. Los demás - fue mirándoles uno a uno - necesito vuestras capacidades como los grandes actores que sois. 
- ¿Y ya está? Vaya, yo había esperado algo más de acción - se quejó Kazunari.
- Solo necesito que improviseis de acuerdo a unas pautas que os diré ahora. Solo lo justo para engañar a Reika y... 
- Tú dinos lo que tenemos que hacer - le interrumpió Jun -, y lo haremos.   
- Estamos contigo, Sho - le dijo Satoshi -. Así que, adelante.
      





Que esta nostalgia te recuerde al aroma de una sola flor, desde donde estés.

13 comentarios:

  1. Em, para empezar cuadno a comenzado todo y se han puesto a recriminarla las cosas pensé que habían pasado olimpicamente de lo que Sho les había dicho, es decir que no se mtieran. Ya cuando e visto como Sho se comportaba como un angelito con la tia me que quedado en plan.... ¡¿¡pero que cojones esta ahciendo?!?! ¿¡qué se a fumado?!. Luego ya lo e pillado cuando a empezado a decir que estaba contando. Cuando la a dormido e expulsado todo el aire de golpe en plan uff, menos mal xD
    Me gusta mucho ver como Izumi sabe exactamente lo que Sho piensa hacer sin necesidad de decirlo con todas las letras, que lo entienda ella antes que sus compañeros. Me gusta también por que no parece celosa

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    1. Bien, bien, es que era lo que pretendía, sembrar el pánico y el caos! xD
      Es que... hay mucho trasfondo en la historia, lo que pasa que aquí no se ve y vosotras lo conoceis, eso es algo... un poco malo.
      Los celos son... se pueden sobrellevar, ¿eh? depende de las personas, supongo. Y de si tienen un trastorno de... me voy a dormir xD

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    2. jajajajajajaja, si mejor, descansa pro qeu em da que estas divagando de nuevo sobre lo mismo de ayer. En cuanto a los celos... depende mucho de la persona, hay gente que no es capaz de aguantar esas cosas.

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  2. Reconozco que al principio ha sido un poco: "O.O iasdjsuidhuashduashyd qué cojones....?" Luego cuando ha recordado las palabras de ella *ojazos, cuánto hace que no le llamo así. He de recobrar viejas costumbres* ya he ido atando cabos. Las hay zorras, y después ya está esta; y que Jun se lo haya diciho ha sido en plan: "¡jódete, perra! :D"
    Qué bien se le da el papel de capullo, incluso así es jodidamente irresistible, si en cierto modo la entiendo, es Sho; aunque me jode que tenga que besarla y tocarla... ¬¬
    Jajajaja, me has matado con lo del primer mensaje, aunque me siento ligeramente identificada.
    *O* me encantan sus "te quiero" son tan naturales, tan espontáneos, tan dulces, tan sinceros, incluso en modo "recordatorio"
    Me lo he imaginado un poco en plan detectives moviendo hilos en sus suposiciones y ha sidosupergracioso imaginarme ahí a los cinco xD.
    La conversación de cómo van ha hacer las cosas, me ha quitado un peso de encima porque ya se sabe todo y no está solo.
    Esa confianza, y complicidad que hay entre él y ella, me pierde; y más después de todo.
    Me he flipado un poco (más) y me los he imaginado en plan mosqueteros todos a uno * y uno para todos! xD* Me parece tan ellos.

    Reportaje estrella, cosa lógica.
    Gift.
    Sore wa marude dokoka natsukashii nioi ga suru you na ichirin no hana.

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    1. Si, bueno, era lo que intentaba ser, por es la conversación del final, que es la continuación de la conversación de la noche anterior, está en esta parte y no antes, no se si me explico. Que quería mantener el suspense, vamos. Pero no se yo como habrá salido, a mi esto a veces me huele a chafa xD
      Ya, ya, es que Jun es muy gráfico, y tiene menos paciencia que...
      Es que es buen actor, sin más, piensa eso como Izumi sino... muerte xD
      Es como cuando escribes tú cosas ilegibles y yo las entiendo, lo mismo. Ya, creo que Sho acostumbra a decir te quiero muy a menudo ultimamente jajaja
      Estaban en plan Detective Conan ahí, en sus pesquisas jajaja Imaginatelos ahora vestidos de Holmes. Me da el infarto a la patata.
      Ya era hora de que se aclarasen algunas cosas, ¿no? xD No podía hacerle sufrir más al pobre jajaja
      Es que, aunque estas cosas las empiezo desde cero, en realidad no es así. Cero es por ejemplo tu relato del mayordomo, eso es cero. Pero esto... tu ya sabes por donde van los tiros, quiero decir, conoces la historia, el fondo, lo que hay, lo que son y cómo son. Es un poco relativo todo, la verdad. Otra cosa que empiezo a cuestionarme.

      Pues el reportaje estrella se queda sin estrellas así que... a ver ahora de donde tiro yo.
      La encontre, vaya que si la encontré... un poco cutre el video, pero la encontré xD

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    2. ¬¬ no te doy una leche porque no te tengo a mano. Me ha dejado intrigada, me ha gustado; me gusta cómo lo has hecho. Si lo hubieras puesto al revés, no hubiera sido lo mismo. De hecho, es cuando pienso, que hubiera quedado raro. Asi que deja de decir gilipolleces.
      Es Jun, le queremos así.
      Si lo entiendo y la idea de joderla me gusta, por eso no me he puesto en pleno ataque psicótico xD, pero me jode que por joderla le "tenga"
      Puede, pero me encanta y me enamora más (L)
      Ya, si ya me los he imaginado así xD
      Estoy de acuerdo, pero a mi que me frunjan, no? xD
      ¿Qué te cuestionas exactamente?

      Te las apañas seguro, tú tranquila.
      Es Gift, basta simplemente con eso.

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    3. A ver, soy consciente de que si sabes de antemano que todo es una patraña, queda como... estúpido. Pero aún así... es como que le falta... ¿un sentimiento de emoción? No se...
      Calla, calla, más que le vamos a querer...
      Bueno, para todo hay que hacer sacrificios, así que, por tocarla la moral, hay que ceder un pelín.
      Es que eran sufrimientos diferentes! Él estaba solo, tú no.
      Me cuestiono el hecho de que tal vez si coge esto cualquier persona, fliparía en colores sin entender ni papa. A veces no me doy cuenta de que las cosas que digo puede que no todo el mundo sepa de qué coño hablo, como cuando dije que iban a quitar el Himitsu, ¿quién sabe qué es eso? Sin embargo luego explico las cosas como dios me da a entender sin tratar de ser repetitiva ni escribir para tontos, no se si me explico o me estoy haciendo la picha un lio yo sola... La cosa es que parece una parte de un todo que sigue "oculto" por ahí, es todo muy relativo... no se, ya no se nada.

      Si, si, claro, como hay pocas fotos del muchacho, encima ponte a buscar una estelar. Buf. Moriré en el proceso.
      Ya, ya lo sé. Es lo que es.

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    4. Pues ya está lo del principio ha quedado bien, nos ha sorprendido pero eso es bueno. De hecho creo recordar que ese era el efecto que querías, y lo has conseguido.
      Me sé de una que su nube va a llegar al espacio exterior.
      Mi pobre. Al menos ahora está aclarado y no está solo.
      Si coge esto cualquier persona se enteraría igual. ¿Qué se quedaría con la intriga de cómo empezó todo? Sí, probablemente; pero como te he dicho en más de una ocasión tu capacidad para describir cosas y transmitir al lector es asombrosa, asi que se enteraría sin problemas. Cuando dijiste lo del Himitsu, después dijiste que era un programa, asi que está todo explicado.
      Asi que deja de pensar ese tipo de cosas, por favor, no seas boba; ya le gustaría a más de una (a mi la primera) en poder escribir como tú.

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  3. Vale, si, no he muerto (todavía)
    La tia esta me ha parecido una perra todo el relato, pero, ¿creer que Sho caería ante ella? Viva la estupidez. Me encanta el aspecto ese de Nino, entre serio y jugueton, esque es muy Nino. Creí morir cuando Jun dijo que Sho era importante para él, osea, viva el cuquismo de este niño, por favor. La zorra esta es imbecil, ¿¡Sho es el único que tiene pinta de hombre!? Comprala unas gafas porque está tan ciega que no ve a los 4 pedacisimo de hombres que están delante de ella. Oh, Aiba ha dicho algo inteligente, me asombra; es Aiba, reconozcamoslo. Me ha gustado lo que ha dicho Nino, lo de que Sho tiene un sentido de la amistad brutal(como todos,vamos) Me flipa un montonazo la actitud de Riida de... lider, tan serio, tan con dos dedos de frente, muy lider, vamos. Jun me gusta cada vez mas, y cada vez dice mas verdades, como cuando la ha llamado zorra a la tiparraca esta, esque se la estaba buscando, vamos. Me he quedado fliping fliping en la parte en la que entra Sho, y si no te conociera, odiaria a Sho, que por cierto le odio por una milesima de segundo cuando ha hablado asi de los demas, en plan de que solo les quiere para hacerse famosillo y todo eso. Luego, esta la escena en la que me he imaginado a Sho medio desnudo, con el vaso, con la sonrisa esa de cabron que tanto n0os encanta a todas, ha sido demasiado orgasmico todo. La idea de los calmantes me mato, ademas he pensado que no se le pudo haber ocurrido solo a la cabeza pensante de Sho, claramente. Sho es una ricura, si, pero me ha enamorado de sobremanera cómo trata Jun a Keiko, tan... natural; por ejemplo, me gusto la diferencia del gesto de Sho de agarrarle la mano a Izumi en plan "que no nos vea nadie" y el gesto de Jun de agarrar a Keiko sin que le importara nadie, me gusta esa contraposicion entre los dos. Riida es.... es Riida, quiero decir, a mi no me saldria llamar Riida a Sho, nose, Riida es Satoshi. Me flipo el final, la explicacion de todo el paripe, cuando todos le dicen que van a estar con él, es todo tan reconfortante, tan bonito... tan Arashi, todo.

    PD. La cancion es preciosa, la frase, wow, y la foto, placer absoluto
    PD2. Que sepas que mientras he leido la actualizacion, estaba sonando Negai, vamos en plan zasca.

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    Respuestas
    1. Viva la estupidez jajaja Kazunari es que es así, cuando se pone... me pone, sin más. Dios, sabía que lo de "pinta de hombre" ibas a comentarlo, lo sabía xD Y Aiba diciendo cosas inteligentes es muy mono, como no lo hace a menudo jajaja Hombre, es que son 15 años de amistad, es que algo tiene que haber ahí entre ellos lo suficientemente fuerte, ¿verdad?
      No, a Sho no se le puede odiar por favor, encima de que es el más perjudicado el pobre jajaja
      Pues te digo una cosa, adivina quién es la amiguita enfermera que le ha dado los calmantes... jajajajajaja!
      Es que son amigos pero son tan diferentes unos de otros...
      Claro que no, Riida es Satoshi, no hay más Riidas, inai inai jajaja
      Es todo tan Arashi jajajaja me has matado xD

      PD. I know, es que me volví loca para encontrarla pero al final, vaya que si la encontré, ja! Tu mp4 y tu karma o te vacilan o te odian, pero ambos se están riendo de ti en tu cara bonica xD

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    2. Sep, a mi tambien me pone, tiene ese efecto jajajaja
      tia, esque la tiparraca esta es estupida! pero asi, de gratis jajaja A ver, Aiba esta siempre muy mono, y me pirria su super mega sornisaza tambien, pero esque cuando se pone serio, a mi si que me pone! jajaja
      demasiados años, cierto. A ver, le odie aunque sabia que era mentira, pero fue como: este es gilipollas xD
      LO SUPUSE! JAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA
      perdona, pero con un Riida tenemos mas que de sobra xD

      PD. creo que los dos se estan corriendo una juerga a mi costa... que aluciflipas jajajaja

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    3. Corcho claro, es Nino jajaja
      Así, sin más jaja Sí, porque Aiba se pone serio tan pocas veces que cuando lo hace, es como empezar a chorrear hormonas xD
      Si, vale, eso de "es gilipollas!?" es una reacción típica, claramente, ante la situacion jajaja
      Sí, sabía que te lo imaginarías, solo quería reiterarlo ;)
      Si, por favor, con un idiota ya hay suficiente xD

      PD. Tal cual xD

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    4. di que yo chorreo hormonas siempre, pero bueno jajajaja
      es una reaccion tipica made in Bichito jajajajajaja
      que guau guau eeeeeeeres ;)

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