viernes, 7 de septiembre de 2012

Una linea de destino condenada a terminar.

Ride respiró hondo. Había dicho lo que tenía que decir. Posiblemente la retorcida mente de Ashley estuviera tramando algo para hacérselo pagar, como chantajearle con contar lo que acababa de decirla. Pero no había podido evitarlo. Ya no podía dejar de ninguna de las maneras que nadie hiciera daño a Aria, ni física ni moralmente. Le daba igual todo, incluido las tendencias espías que acababa de descubrir que tenía la chica. Aria era demasiado importante para él. Ni siquiera se había dado la vuelta cuando escuchó un grito a su lado y sintió un empujón que hizo que se golpeara de cara contra la pared. Soltó un pequeño juramento y entonces fue como si la música que sonaba en el club se hubiera quedado en silencio. Solo escuchaba en su pecho el latido de su propio corazón. Y en la espalda, sentía golpearle el latido de alguien más. Sus ojos buscaron las manos que le sujetaba la cintura. Estaban casi cubiertas por las mangas de su americana negra. Se aferraban a él temblando, como un niño asustado abrazaba a su madre cuando se aleja. Miro por encima de su hombro y vio el rostro de Aria con los ojos cerrados, completamente recostada sobre él.
- ¿Aria?
Ella respiraba entrecortada y su gesto se volvió una mueca de dolor. Entonces se dio cuenta de que apoyada en ella estaba Ashley, que le miraba con cierta incredulidad en los ojos. De un golpe, la rubia se apartó de ellos. El pelinegro escuchó un grito profundo de dolor.
- ¡¡Ah!!
Ride pudo ver las gotas de sangre salpicando fuera del cuerpo de Aria. Sintió que las manos de la chica dejaban de hacer fuerza alrededor de su cintura, despacio, dejándose caer. Él tuvo los reflejos necesarios para girarse a sujetarla entre sus brazos antes de que cayera al suelo.
-¡¡Aria!! - chilló.
La música volvía a destrozarle los tímpanos. No escuchaba ni la desesperación de su propia voz.


A veces cuando creemos que podemos perderlo todo, realmente estamos perdiéndonos a nosotros mismos. Encontrar el camino y la valentía para volver a ser uno mismo, para convertirnos en lo que somos de verdad, no es algo fácil. Pero tampoco es nada completamente imposible.


http://www.youtube.com/watch?v=LiE9weUJPjs

Tu y yo nos convertiremos en el sol y la luna.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Hacía tiempo que no me paseaba por aqui. No te diré nada que no te dijera en su día, lo sabes, pero adoro a Ride, de veras; esa escena en la que se le ve sufrir por ella, es una de las escenas en las que muestra su punto débil, su desesperación. Te diré que imaginar esa escena con esa maravillosa canción ha hecho que se me pongan los pelos como escarpias. Por cierto, me gusta la foto.

    ResponderEliminar
  3. Digamos que Ride es el hombre de mi vida. Y la música es simplemente perfecta, encaja como si hubiera sido hecha para ello, ¿verdad? Y la foto es el reflejo más claro de la desesperación de Ride.

    ResponderEliminar