jueves, 10 de marzo de 2011

Más allá de mí.

Abrió la puerta varios minutos después de que ella llamase. Pareció detenerse ante la puerta y juguetear con el pestillo. Pero en realidad era que no podía abrirlo a causa de la borrachera que tenía encima. Cuando ella le vio empezó a negar con la cabeza, desaprobando esa actitud. Él sonrió embobado y la obligó a pasar. Al cerrar la puerta, se dejó caer sobre ella, empujándola al suelo. La chica intentó quitárselo de encima pero fue imposible.
- ¿Qué deonios has mezclado, eh? ¿Y cuánto tiempo llevas bebiendo?
- Creo... creo que era... no se... la caja está por ahí... - jadeó, riéndose todavía.
- O sea, que si que has mezclado el alcohol con medicina - soltó ella -. ¿Pero tú eres estúpido o qué?
Ella se quitó de encima el cuerpo del chico y se levantó. Él la miró. La había echado tanto de menos. Odiaba haberla mentido inventándose que había mezclado cosas cuando era consciente de todo aunque estaba un poquito borracho. Pero al menos había descubierto que se preocupaba todavía por él, que no le había olvidado del todo. Eso le hizo querer vivir otra vez. Se levantó y la abrazó por la cintura, apoyando la cabeza en su hombro.
- Perdona - susurró.
- ¿Lo hiciste solo para que viniese?
- Te quiero - murmuró.
- Estás delirando. Hablas porque estás borracho.
- Hablo porque es verdad. Porque te quiero - musitó, cerrando los ojos. Era ovbio que no le creyese, a pesar de todo.
- Yo también te quiero - susurró ella -. Pero mañana te habrás olvidad de que te lo he dicho. Y es mejor así.
- Nunca podría olvidar tu voz diciendo eso, ¿sabes? Ni por muy borracho que estuviera.
- Ya basta. Tuve suficiente.
La chica se apartó de él bruscamente y se volvió a poner los zapatos. Él la escuchó sollozar un instante y se sintió como el peor de los capullos del mundo. Se apoyó en la pared y solo esperó a verla marchar. Dejarla ir de esa manera era lo único bueno que podía hacer por ella y por su felicidad. Y acababa de entenderlo en ese instante. Golpeó la pared
con la nuca y cerró los ojos hasta dormirse por efecto del alcohol.
Despertó al oler el café recién hecho. Apartó la sábana que le cubría y cerró los ojos ante la claridad que había en el salón. Miró el sofá y luego la cocina. No entendía el por qué. Pero había vuelto. Y algo le decía, que esta vez no pensaba dejarla irse de nuevo.





Ahora cada vez que veo un anuncio de Wii, y de Mario Bros, me meo de risa. Qué bobada, ¿no? Debo de estar empezando a perder la cabeza. Porque quiero revivir Maou otra vez. Y es culpa de Truth. Y de Satoshi. Y a pesar de saber que voy a volver a llorar como la primera vez, porque con ese final, es imposible no hacerlo. Pero por otro lado, quiero echarme unas risas otra vez con Yukan Club. Me apetece tanto... pero cada vez tengo menos tiempo, yo no se como lo hago, oye...
Lo que sí que voy a revivir es mi bicicleta. Sí, esa que me regalaron hace mil años el día de mi comunión. Corcho, es algo pequeña, pero sigue siendo útil. Y así la autoescuela me queda algo más cerquita y mientras, hago algo de pierna y no solo andar. Ahora solo falta que me gradúe las gafas de sol, porque cómo me molesta en los ojos. Podría y debería ponérmelas igual pero es que no veo un copón con ellas y como que no me apetece darme contra las farolas.
Hoy he ido a clase un par de horas. Vale, si, pensaba quedarme pero si vamos a ver a mi pequeño primito Jandrín perfiero ir antes que cocerme a aburrimiento en esa clase con esa zorra. Asi que antes de matarla o matarme yo, me voy.




"Y nadie sabe que una historia ha comenzado..."

2 comentarios:

  1. Realmente es comprensible que te rias.
    Odio ese final. Odio a los productores. Odio Maou. Amo a Satoshi.
    Yukan Club....revívelo. Sí, últimamente el tiempo anda demasiado juguetón, y a mi eso personamente no me gusta.
    ¬¬ luego voy yo y te remato ¬¬" ¿Irte?¿A dónde?

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  2. Claro, porque me imagino a Satoshi corriendo detrás de Jun para sacarle el mando del bolsillo de la americana xD
    Yo también. Y precisamente porque este hombre tiene más bien pocos doramas en los que haga un papel serio, mira Uta no Oniisan y Kaibutsu-kun, quiero verle así otra vez. Y ver a Nino en ese primer capi. Nunca supe que era él, no les conocía del todo de aquella y verlo sería para morirse.
    Dios, el cabrón y mi hombre largo y grande... quiero. Sí, juguetón, tanto que se va cuando le da la gana sin avisar...
    ¿Por qué me rematas? Todavía no me he dado la hostia con la bici. Todavía xD
    Irme a tomar por culo :D Pero al Planeta Galleta, no a la mierda ;)

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