lunes, 7 de marzo de 2011

永遠に

Caminaba sintiendo la arena hundirse bajo sus botas negras. Llevaba la gabardina marrón desabrochada y las manos metidas en los bolsillos del pantalón negro. El fuerte viento marino revolvía su pelo negro y también sacudía su camisa blanca abrochada con botones negros. El sol se reflejaba en sus gafas oscuras mientras caminaba despacio. Como si cada paso supusiera un adiós a lo que dejaba atrás. La playa se inundó de sentimientos silenciosos que él esparcía sin darse cuenta. Era triste decir adiós. Y complicado decir hola de nuevo.
Llegó al final del la playa y subió la pequeña colina hasta el acantilado. Al borde de las rocas había una figura esbelta de pelo largo, que llevaba un
vestido blanco por las rodillas y además, estaba descalza. Él se acercó a ella y se colocó a su lado, quitándose las gafas y metiéndolas en la gabardina.
- ¿Vas a tirarte?
- Quien sabe - susurró ella, sin mirarle.
- Se está bien aquí - dijo él -. Pero hace frío.
Se quitó la gabardina y la colocó sobre los hombros de la joven. Ella le miró entonces a través de su flequillo. Él no se apartó de la chica, sino que se quedó mirándola muy de cerca.
- No deberías hacerlo. Por muy mal que esté la realidad, nuestra voluntad tiene el poder de cambiarlo - susurró -. Al menos eso me hicieron creer a mi - añadió.
- Pues te engañaron. Lo siento - musitó ella.

- No te tires - dijo él entonces. En sus ojos veía algo diferente, algo que no le gustaría que se perdiera en este mundo -. No es asunto mío, perdona. Pero... acabo de decir adiós. No quiero despedirme otra vez.
- ¿Tú también? - susurró la chica.
Él la acarició la cara con suavidad. Tenía el pelo algo enredado y revuelto por culpa del fuerte viento, pero lo rozó y lo sintió suave.
- ¿Estás realmente convencida de hacerlo?
- Realmente podría estar toda la vida aquí, de pie, esperando a que él apareciese con su porsche negro y me dijera que no lo hiciese - murmuró, mirándole a los ojos -. Pero él no vendría a por mi.
- ¿Murió?
- Está camino de otro país en brazos de esa preciosa mujer - contestó, volviendo la vista hacia el mar -. Y esto es lo único que me ha dejado. La nada.
- ¿Por qué hemos acabado aquí? - preguntó él -. Esa mujer que esta sentada en el avión al lado de él, alguna vez fue importante para mi - confesó -. Pero, ¿por qué nosotros hemos acabado aquí?
- Es el mar - dijo ella -. Él escuchó mi llamada y te trajo hasta aquí - añadió, con un tono misterioso. Pero él se lo creía. Después de todo lo que había vivido, se lo creía.
Entonces la tendió la mano. Ella la miró y después a él. La gustaba su sonrisa, porque era sincera y no ocultaba su dolor. Estiró la mano y se amarró a la de él, fuertemente. Como si le estuviera rogando para que no se fuera él también. Y el chico la abrazó. Acarició su pelo y lo besó, mientras ella apoyaba la cabeza en su hombro.
- No te vayas - susurró él.
- No puedes detenerme - murmuró la chica.
- ¿Ni siquier asi te digo que pienso pasarme el resto de mi vida contigo?
- Eso no puede ser así. Tú y yo...
- Por favor.
- No puedes prometer algo así.
- Puedo - aseguró.
Se inclinó sobre ella y la besó, despacio, delicadamente, intensamente, suavemente... eternamente.



http://www.videolog.tv/video.php?id=590424



Cada vez sueño más intensamente con plumas de color negro, espadas y un Ryo sumamente atractivo. Esta vez, me ha dado muy fuerte y solo espero tener una oportunidad, una en la vida, aunque fuera truncada. Pero una oportunidad de intentarlo.

Por alguna razón, tengo ganas de vivir un poco más. Esa sensación, no está nada mal.





"Los fuegos artificiales explotan, con ese aroma..."

7 comentarios:

  1. Puede que vaya siendo hora de contarte ciertas cosas. Solo espero no equivocarme. Pero confia en mi, sigue con esas ganas. Merecerá la pena

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  2. Estoy emocionada. Y el mérito de otra pequeña parte, es de ellos. ¿Lo sabías? :)

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  3. Tenía un ligera idea.
    Por cierto, la última frase me recuerda a cuando Satoshi vio con Shiori los cuetes....(dolor)

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  4. Pues esa frase es de Planetarium, Ai Otsuka. Creo que te sonará...
    Y tronca, perdona, pero se escribe cohetes jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja X3

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Sí, lo sé, pero me ha recordado a Maou.
    Uy, se empieza a notar que empiezo a no ser persona. Pues creo que la escribí bien en la entrada...

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  7. Bueno, sí. Adoro la sonrisa de Satoshi en esa escena, por cierto...
    No es que no seas persona, es que a veces el cerebro juega malas pasadas (y claro, me acuerdo de Mr. Brain, como no). Ademas, me ha hecho reir XP

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