sábado, 20 de noviembre de 2010

Fukushu, Koru.

No. Ni ella ni yo somos unas payasas. Entre otras cosas, porque de nosotras no se ríe ni dios, ¿queda claro? La madurez, una cosa que llega con la edad según los libros y los especialistas en tonterías, hace que unas personas puedan convivir con otras en un intento de armonía. ¿Qué pasa cuando personas que deberían ser maduras no lo son? Pues que se crea un conflicto. Y para solucionar un conflicto que te ha dado una patada en el estómago y te ha hecho apretar los dientes y patalear de rabia, solo hay una salida. La venganza. Oh si, dulce, dulce venganza, ven a mi... Me habrá dolido la patada al estómago, pero como ella dice, nosotras se la daremos en toda la boca, la cual por cierto tienen demasiado grande y hasta mi padre desde Paris, Le France, las habría oído reirse con esa mueca estruendosa que consideran divertida. Pues para mi es un dolor de oídos, ¿eh?
Oye, para empezar, ¿qué derecho tienes tú a contarle a los demás nada de nosotras? No te dijimos adelante, que yo sepa. Y deberiais haber visto en nuestras caras la desconfianza que entonces se creó hacia vosotras. Demasiado ruidosas, pensamos. Y mira que nosotras estamos locas y somos ruidosas de cojones, ¿eh? Pero es diferente. Hay algo que nos diferencia. Somos personas coherentes y normales con dos dedos de frente que saben hasta donde puede llegar una broma o la humillación de otros.
¿Y bien? ¿Fue divertida nuestra cara cuando lo vimos? ¿Tanto lo fue? Pues ala, me alegro de que os hayais divertido y reido hasta la extenuación, si no teneis nada mejor que hacer en vuestra vida de perracas que reiros de los demás y esta vez nos ha tocado, pues adelante. Pero yo oí por ahí que había algo que pesaba más que el resto de cosas que tenía. Y que lo llevaba con gusto por lo que había dentro. ¿Y que había? Un montón de sueños suyos cantados sobre un escenario en Tokyo. Chuparos esa, zorras.
Además, si se supone que no tienes la confianza suficiente para decirnos que hay una pequeña coincidencia de intereses, ¡entonces no te atrevas a quitarme mi sitio en el cine, cacho perra! Los asientos tienen numeros y vienen en las entradas, ¿o es que ni siquiera sabes leer, estúpida niñata? ¿Por qué tengo que hacer lo que te salga a ti de la entrepierna si tengo mas edad que tu y te doy mil vueltas como persona? ¿Eres retrasada o eres retrasada, tia?
Pues a nosotras no nos vacilas. Y ella te lo demostrará a su manera, yo la animo (ganbatte!!) y además, el lunes va a llegar el apocalipsis, lo se, porque esta vez, dios os va a joder a todas vosotras, canis malnacidas, y nos dará la victoria del partido. Y será un EPIC WIN de los de campeonato.

Que ganas tengo de quitarme esta rabia interior, te lo juro. Pero ahora, ¡vamos a por ellas!

2 comentarios:

  1. Ah, tía pasa, en serio. No merece la pena.
    Y superareis el marcador cuando vea el poster como el dibujo de Koru.

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