martes, 30 de noviembre de 2010

Dear Snow.

Se llamaba libertad. Solo por un momento, me he quitado el guante de la mano izquierda. Debajo llevaba esos guantes que tanto le gustan a Koki sin deditos y la he tocado. Fría. Blanca. Se derretía entre mis dedos calientes. Nieve.
White Xmas sonaba en mis oídos mientras "yuuki" caía sobre mis hombros con sutileza. Cerré los ojos y sonreí frente a la Catedral. La sensación de ser libre debe de ser algo parecido.

Mañana tengo mi primer examen de primero de carrera. Pensé que sería consciente y consecuente con esto, pero ni siquiera por estas soy capaz de cambiar. Estuidaré el día antes. O sea, hoy. Porque tengo que terminar el trabajo que he de presentar el jueves, y aún me temo que me queda. No puedo con todo, dios. El tiempo se encoge de una manera sobrenatural, pasa ante mis ojos dejándome la sensación de que no estoy haciendo nada útil, de que simplemente pasa y no va a volver.

Respirar fuerte hace que el aire frío entre en mis pulmones y me despeje un poco. Dormir cuatro horas diarias no es lo mío, definitivamente.

¡Y quiero una Wii! ¡Quiero hacer wii yo también! ¡Quiero reír como una loca y no poder parar nunca!
Quiero escucharte susurrar en mi oído esa canción con tu suave y dulce voz. Quiero caminar de tu mano por la nieve y contemplar el enorme pino verde cubierto de blanco mientras me sonríes y me dices cuanto necesito saber con tus preciosos ojos profundos. Quiero... te quiero a ti.
http://www.youtube.com/watch?v=oGcu5anIrz4

1 comentario:

  1. Dos bakas en potencia. Y si yo puedo tú también. De sobra, vamos. Asi que, aplícate el cuento, querida.
    No duermas 4h. Mírame a mi, no sigas ese ejemplo. Descansa que es lo importante

    ResponderEliminar