jueves, 13 de mayo de 2010

Destiny never find the way for me.

No existen las segundas oportunidades. Solo son un mito, una leyenda urbana nacida con la intención de perpetrar la felicidad de los demás obligándoles a amarrarse con desesperación a ese sentimiento llamado esperanza que, después de todo, en pocas ocasiones devuelve la sonrisa a las personas que confían en ella y encomiendan sus lágrimas por un cambio, algo que se mueva y sea diferente y les ayude a seguir para delante sea como sea y por lo que sea.


No busques, porque no encontrarás. Esa es suficiente razón para rendirte y desistir. Pero los que se empeñan en seguir, solo salen escaldados de una situación que, al fin y al cabo, no podían controlar. Te lo dije.


Entonces la cogiste de la mano, la miraste fijamente a los ojos y la desafiaste a buscarte a pesar de todo. La susurraste te quiero y después, desapareciste. Búscame, susurraste, búscame. ¿Para qué? Por el camino me encontraré con el dolor, el sufrimiento... y mi compañera de viaje, se llama soledad. Entonces, ¿para qué...? Para ser feliz, contestaste. No quiso. Ella no quiso buscarte. Y volviste a aparecer ante ella. Te negaste a dejar que se cerrara a ti y regresaste a su lado. La demostraste que, aunque esas compañeras de viaje que tan mal la habían tratado la habían acompañado durante muchísimo, demasiado tiempo de su vida, tú estabas allí para plantarles cara y echarlas de su vida.




¿Tu nombre? Encantada de conocerte... Amor.

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