lunes, 11 de enero de 2010

solamente un dado.

[Abrir la ventana, colgar los problemas al sol
nadar por las calles hablando de ti
meter la mirada en la lluvia y beber una nueva canción.
Jugar a las cartas usando tus cartas de amor
pintar los tejados color soledad
mandar un email a la luna y la luna responde que no.


La vida al revés, ya ves lo que es
y mientras te tengo en la cabeza
pensar siempre en ti, contar hasta tres
y no saber nunca lo que pasa
La vida al revés, pensar con los pies
y mientras bailar con las ideas
reír para ti, llorar porque si
metido en un lío que no veas
La vida al revés… la vida al revés…

Llamar a tu casa, y tu casa que nunca existió
me miro al espejo y allí no estoy yo
hablar con los bancos del parque y lanzar un mensaje al mar.
Dormir boca abajo colgado de un globo de gas
en pleno verano y se pone a nevar
y siempre contigo en la mente en un mundo demente, ya ves.

La Vida al revés, ya ves lo que es...]

- ¡Chris! ¡Ya va la cuarta! ¡Despierta!
Abrió los ojos sobresaltado. La gente se había esfumado y en sentimiento de lava que recorría sus venas, también. Se frotó los ojos, susurrando para sí la única palabra que consideraba adecuada para definirse. Estúpido. Al sentarse en la cama y apoyar los codos en las rodillas, el colgante que llevaba en el cuello sobresalió por su camiseta. Lo cogió entre sus dedos, casi con delicadeza, y jugueteó con él. Se lo quitó del cuello y lo tiró al suelo. Cinco.

Genial. Impar. Hoy todo saldrá mal, pensó.

El dado aún estuvo un rato en el suelo, sobre la moqueta, mientras él se arreglaba; y solo lo recogió cuando ya salía, con la chaqueta apoyada en el hombro y las llaves del candado de la bicicleta en la otra mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario