domingo, 10 de abril de 2011

Bonita forma de soñar.

Mientras se duchaba escuchó el ruido de la puerta. Ellos habían vuelto. Aún secandose el pelo y con una toalla anudada a la cintura bajó al salón. La chica estaba sentada en el sofá con un libro en la mano y el pequeño Sakurai se revolvía en sus brazos. Con apenas seis meses, el bebé tenía una vitalidad increíble. El pelinegro, sonriendo, se acercó a ella y se agachó a besarle los labios antes de coger al pequeño y sentarse en el sofá, apoyando el cuerpo del pequeño en su pecho desnudo. El niño se acomodó en el pecho de su padre y se quedó relajado, escuchando probablemente los latidos del corazón de él. El hombre de ojos claros sentía la manita del bebé rozarle la piel y no era capaz de borrar la sonrisa de su rostro. Además la chica les miraba como embelesada a los dos. Él la acercó a su cuerpo y la besó al frente.
- Gracias. Por darme el regalo más bonito que un hombre puede desear - la susurró.
- Ahora, vosotros sois los hombres de mi vida - sonrió ella, alcanzando de nuevo sus labios.
- Y los dos cuidaremos de ti, ¿verdad, pequeñín? - le preguntó al bebé, que solo hizo un sonido de ronroneo que hizo sonreir a sus padres.
- Creo que llegarás tarde - comentó ella entonces.
- Por momentos como este merece la pena que el líder me eche la bronca - dijo, acariciando la pequeña cabeza del bebé.
El pequeño parecía estar muy a gusto recostado por completo en el pecho desnudo de su padre y solo sus manitas inquietas mostraban la gran energía que ese niño tenía dentro. La chica se levantó para salir a la cocina y antes de atravesar la puerta se giró a mirarles. El niño había levantado un poco la cabeza y ambos se miraban fijamente, como reconociéndose en los ojos del otro, del mismo color claro. El pequeño sostenía el dedo de su padre en su mano y hacía sonidos parecidos a carcajadas que hacían que el pelinegro sonriera cada vez más, con la felicidad rezumando en sus ojos. Si tuviera qu elegir el recuerdo más bonito de su existencia, sin duda alguna, sería esa.





Estudiar. Esa palabra maldita que la carga el demonio. Nunca me gustó. Siempre fue un suplicio aunque realmente estudiar lo que es estudiar, no se lo que es eso. Solo se leer, subrayar, y hacer buenos resumenes. Nada más. Ni siquiera memoria fotográfica. Lo único bueno es la imaginación. Mi capacidad para divagar es mi mayor (y única) virtud.
Ahora solo falta la Semana Santa. Todo está preparado. Mi habitación está tan inundada de túnicas, capillos, capas y trajes que apenas veo de refilón el poster de mi amor pequeño de metro ochenta y dos.

Y después de que pase y vuelva a pisar la realidad, que todo vaya rápido y sin dolor, por favor.






"Al final del final donde nuestro amor se une, nace la eternidad."

4 comentarios:

  1. *Izumi muerta. RIP*
    *Siglos después....*
    Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh! Creo que decir le amo, empieza a quedarme un poco corto (en parte un problema), asi que creo que buscaré algo que se lo supere.


    Creo que a nadie le gusta, no te atormentes por eso. Piensa en positivo, y piensa que tu sueño está apunto de cumplirse. No te diré que te esfuerzes, porque sé que lo harás y no solo eso, sino que también lo conseguirás.
    Y por cierto, eres idiota, idiota, idiota!! ¬¬" ni por asomo es tu única virtud, baaaaaaaaaaaaaaaka ¬¬"

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  2. ¿Ah, pero que resucitaste? X3
    Si, yo para Kazuya tengo que encontrar algo más... joder, más no se xD

    No digas gambare, es lo que más duele (maldita canción). Pero vamos, que era por quejarme de algo, no te preocupes.
    Bueno, entonces si no es mi única virtud, será el mejor de mis defectos.

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  3. Realmente no. Sigo bajo tumba. Voy a tardar en resucitar, tranquila.
    Es que abuf. Ya lo estuve pensando a la hora de comer, que acabé también de ver Hana Yori Dango y tampoco tengo para Jun. De todos modos, somos muy geniales, asi que encontramos algo seguro
    Más idiota, todavía ¬¬

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  4. Es que lei aayer dos entradas tuyas que no sabía si ir a pegarte o escribir algo para que te murieras y entonces el espiritu santo, quiero decir, Sho, bajó sobre mis ojillos y me inspiró.
    Si, ser idiota también es una de mis pocas virtudes :D

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