martes, 21 de diciembre de 2010

For me...

Necesito droga. En grandes cantidades. No me sirve el café, ni el tabaco, ni la heroína, ni la coca. Solo hay un droga capaz de calmar mi ansiedad. Tú. Tu voz, tus manos, el tacto de tu mejilla contra la mía, tu aliento sobre mi pelo, tus labios sobre los míos, tu voz susurrando en mi oído mientras me acunas entre tus brazos.

Me encantaría poder decir algo tan moñas y bonito a alguien. Pero la única droga para mi es un documento de word en blanco frente a mis ojos mientras en el reproductor suenan todo tipo de voces que llenan mi cabeza de pajaritos. Soñar es fantástico. Es una sensación de felicidad tal que realmente parece una droga en sí. Incluso crea dependencia. Cuando no sueñas porque no puedes o no te dejan, crea ansiedad y necesidad de volver a hacerlo a cualquier precio.
La única diferencia es que es una droga que no se compra. ¿Te cuento un secreto? La droga de los sueños se crea aquí. Sí, ahí. En el corazón.

3 comentarios:

  1. Los sueños es una de las pocas cosas que nos mantiene vivos, y que nos permite aunque sea sonreir un poquito aún en los peores memomentos.
    No dejes nunca de hacerlo, pequeña.

    ResponderEliminar
  2. Si, lo que significa que vivimos de la satisfacción que nos producen, al igual que sucede con las drogas más peligrosas... hay que tener cuidado. A veces los sueños, son armas de doble filo. Y están afiladas.
    Eh, ¿quién es la pequeña aquí? :3

    ResponderEliminar
  3. Lo sé, pero todas las cosas de esta maldita vida son de doble filo, desgraciadamente.
    Yo *carita de niña pequeña sonrojada* ^-^

    ResponderEliminar