lunes, 27 de septiembre de 2010

El reloj no se para. El tiempo no se detiene.

Perdiendo el tiempo y malgastando mi vida entre cuatro paredes universitarias. Eso es lo único en lo que puedo pensar. No hago más que repetirme una y otra vez que está bien, que así tienen que ser las cosas. Así es como están bien hechas. Pero ver como mi libertad se acaba en la vuelta de la esquina a la que me queda un pasito para llegar, me aterra y me da escalofríos. De alguna manera, todo me agobia demasiado. Es como los peces que salen fuera del agua y no resisten más de un par de minutos, o tres, o quizá, si desean vivir con todas sus fuerzas, cuatro minutos. Después, se acabó para ellos. Conmigo es igual. Estar fuera de mi mundo de fantasia y ninguna realidad me provoca ganas de morirme. Quizá solo sea al principio, cuando aún no estoy acostumbrada a vivir en el mundo real. Pero algunas cosas me aterran, como la imposibilidad de lograr mis objetivos porque es demasiado complicado para mi corta capacidad, o defraudar a quienes confían en mi victoria en esto. O incluso defraudarme a mí misma pensando que realmente debería haber abandonado mi sueño para dedicarme a estudiar esculturas perfectas, modernistas y pinturas con sfumatos y tenebrismos. Aún estoy a tiempo de cambiar. No, lo siento. No tengo tantas agallas. Además, soy el tipo de persona que, si elige un camino, lo sigue hasta el final. Con todas sus consecuencias, sean cuales sean, claro. Que pueda soportarlas es otro cantar. Prometo seguir adelante, pensando únicamente en ese graduado en criminología que, dentro de x años, colgará de la pared de mi casa. Lo único que no prometo, es no volver a llorar. Puedo prometerlo si quiero. Pero solamente mentiría como una bellaca. Pensé que sería lo suficientemente fuerte como para soportarlo. Tal vez me equivoqué. Como siempre.

Sore dake.

5 comentarios:

  1. Todos vivimos en un mundo paralelo al real, ese mundo que cada uno se forma y le transmite tranquilidad y poder respirar. Es frustante y agobiante volver al real, incluso una condena para nosotras pero ¿sabes qué? estamos juntas y a mi eso me transmite fuerza.
    Confio en ti, y sé q no me defraudarás, ganarás y cumplirás tus sueños y objetivos, y si en un caso muy remoto que no ganes COMO QUIERES (ganaras de una forma u otra), tp lo harás, porque has luchado y has seguido adelante sin dar marcha atrás. Solo por es te admiro. Y si yo he podido salir de muchas, tú puedes de sobra.
    También, tienes una mano que puedes coger siempre que quieras (si la mano sirve de algo.......Mi autoestima ya sabes, pero eso ahora, es tema aparte).
    Como me dijste en Sep estás en un partido y has salido a por todas.
    Te quiero, no lo olvides.

    ResponderEliminar
  2. No deberias de admirar a alguien como yo que intenta aparentar que puede luchar para seguir adelante cuando realmente lo único que quiere es luchar para no salir corriendo.
    Y un partido son 90 minutos, ¿verdad? Cuando terminen, solo tiene que empezar la prórroga.El problema es que llueve y hace frío. Mucho frío.

    ResponderEliminar
  3. Pero sigues luchando,sea por lo que sea, lo haces.
    Aunque luches por no huir LUCHAS a pesar de todo, y con ello sigues adelante.
    Yo sigo en mi partido desde hace mucho y no veas la rasca q hace, si yo salgo poco a poco ¿por qué no tú? siempre has dicho q podemos las dos, y así lo considero, boba.
    En unos años tendremos la prueba de nuestro sueño y nuestro esfuerzo colgado de una pared, podremos sentirnos orgullosas pensando q no lo hicimos tan mal, a pesar de esta vida tan perra.
    Puedes y lo sabes. Quiero a la Hikari de siempre con sus locuras, "maldades", con esa sonrisa de felicidad y con ese brillo en los ojos.

    ResponderEliminar
  4. Tiempo al tiempo. Creo que es lo único que necesito. Si el tiempo pasa y la cosa se tuerce aún más, no seré capaz de seguir. Si puedo intentarlo, lo haré. Pero ni siquiera yo estoy segura de nada. Que tú sepas que podemos, es algo que, en este momento, mi cabeza no quiere escuchar ni entender. Lo único que mi mente me transmite es lo lejos que me quedan mis sueños, el inmenso recorrido que hay hasta alcanzarlos. Y posiblemente, en ese camino que hay hasta llegar a ellos, habrá baches, y uno tras otro. Hasta que llegue aquél en el que no sea capaz de levantarme otra vez.

    ResponderEliminar
  5. Solo te voy a dar razón es una cosa, tiempo. Poco a poco, eso es cierto.
    Lo q te voy a serguir negando y negaré es en que no puedes ser capaz, porque lo eres y de sobra.
    Y si tu cabeza no entiende que eres capaz, se lo explicas tú o se lo explico yo en menos de lo que canta un gallo.

    ResponderEliminar